Un extracto del diálogo entre Rafael Correa con Julián Assange, principal de la organización Wikileaks.
¿Cuál es la opinión del Ecuador sobre EE.UU., sobre el involucramiento norteamericano?
La relación siempre ha sido de mucha amistad, mucho cariño, pero en un marco de mutuo respeto y soberanía. Personalmente viví cuatro años allí, tengo dos títulos académicos de ese país, quiero y admiro muchísimo a su pueblo. Créame que lo último que sería es antiestadounidense, pero siempre voy a llamar las cosas por su nombre. Y si hay políticas internacionales de EE.UU. perniciosas para mi país, y para nuestra América, las denunciaré frontalmente. Y jamás permitiré que se afecte la soberanía de mi país.
¿Por qué quiso que reveláramos todos los cables?
No tenemos nada que ocultar. Los wikileaks nos fortalecieron porque las grandes acusaciones de la Embajada era el excesivo nacionalismo y defensa de la soberanía del Gobierno. Por supuesto que somos nacionalistas, que defendemos la soberanía. Por el contrario, como les demostré hace unos momentos, muchos wikileaks hablaban de los intereses que hay en los medios de comunicación nacionales, de los grupos de poderes que van a pedir ayuda, a marcar tarjeta en embajadas extranjeras.
¿Expulsaron a la Embajadora de EE.UU. como consecuencia de la publicación de los cables de wikileaks. ¿Por qué echarla? A mí me parece que sería más fácil decir: ‘Bueno, tengo estos cables de este Embajador, ahora sé lo que piensa’…
Eso se le dijo, y con qué arrogancia dijo que no tenía nada que responder. Era una mujer totalmente adversaria a nuestro Gobierno; una mujer de extrema derecha que se quedó en el marco de la Guerra Fría. La gota que derramó el vaso fue (el) wikileaks, donde denunciaba que, a su vez, sus contactos ecuatorianos le habían denunciado que el Jefe de la Policía era un completo corrupto. Y que yo seguramente lo había puesto ahí sabiendo que era corrupto para controlarlo. (…) Quiero decirles que hace un mes, o unos meses, después de casi un año de investigaciones, el comandante Hurtado (ex Jefe de la Policía), falsamente acusado en ese wikileaks por la Embajadora, salió absolutamente inocente de todos los cargos…
¿De qué forma sus reformas (legales) no terminarán acabando con la libertad de expresión?
Bueno, usted es una muy buena muestra, Julián, de cómo es la prensa. (…). Sobre su Wikileaks se han publicado muchos libros, el último es de dos autores argentinos, donde analiza país por país. En el caso de Ecuador, demuestra cómo de forma descarada los medios no publicaron los cables que los perjudicaban. (…) Para que vea un poco qué enfrentamos en Ecuador y en América Latina. Nosotros creemos que los únicos límites a la información y a la libertad de expresión son los que están en los tratados internacionales, en la Convención Interamericana de Derechos Humanos. La honra y reputación de las personas y la seguridad de las personas y del Estado. Todo el resto, mientras más gente lo conozca, mejor. (…) El poder mediático era, y probablemente es, mucho mayor que el poder político.
Hablé con el Presidente de Túnez y le pregunté si estaba sorprendido por el poco poder que tienen los presidentes para cambiar las cosas. ¿Ha notado eso?
Se ha querido satanizar hasta los liderazgos, porque una de las grandes crisis que tuvo A. Latina en los noventa, a inicios de este siglo, durante la larga y triste noche neoliberal, fue la crisis de líderes. ¿Qué es el liderazgo? Capacidad de influir en los demás. Ahora, puede haber buenos liderazgos, usar esa capacidad para servir a los demás, y puede haber malos liderazgos, que lamentablemente hubo muchos en A. Latina, que usan esta capacidad para servirse de los demás. Creo que los liderazgos siempre son importantes, más aún en procesos de cambios.