El Centro de Salud tipo C de Saquisilí, en Cotopaxi, atiende pese a los problemas. Fotos: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO
Filtraciones de agua, paredes con fisuras, humedad, daños en las puertas de acceso, filtraciones en losas de hormigón. Estos son daños visibles en los centros de salud tipo A, B y C, que se construyeron en Cotopaxi y Tungurahua.
Las obras fueron contratadas por el ex Instituto de Contratación de Obras (ICO), creado en 2011, y el actual Servicio de Contratación de Obras (Secob).
EL COMERCIO realizó un recorrido en los centros de salud de Ambatillo, Totoras y Quisapincha, en Tungurahua; mientras que en Cotopaxi se visitó a los de Saquisilí y San Juan de Pujilí. Ahí se constató que las edificaciones tienen fisuras, filtraciones en las losas, cuarteamiento en las paredes, entre otros problemas.
El ex ICO levantó en la comunidad de Angahuana y en la parroquia Ambatillo dos centros tipo A por un monto inicial de USD 845 238,71, que terminaron costando USD 1,3 millones. La obra se adjudicó a la Constructora Larriva.
En el 2014 se firmó un acta de entrega provisional de ocupación de las instalaciones de Ambatillo. Hernán Villacís, responsable de la unidad, cuenta que hace un año el contratista realizó varios trabajos de reparación rápida. “Se desprendieron varias baldosas de las paredes. A pesar de los arreglos hay problemas de filtración de agua en el área de procedimientos y de laboratorio”.
El superintendente de la constructora, Juan Larriva, -vía telefónica- argumentó que las condiciones del clima y el tiempo de ocupación sin mantenimiento afectan la construcción, aunque no negó que pueda haber algún problema de filtración tras cuatro años de uso.
Otra de las edificaciones con problemas legales es el Centro de Salud Tipo C del cantón Saquisilí, contratada por el ICO el 7 de diciembre del 2012.
La obra adjudicada a la Asociación Consorcio Cotopaxi por USD 1,7 millones terminó costando USD 2,8 millones.
Esta casa de salud tiene paredes y losas fisuradas que provocan la filtración del agua. “Esto ocurre en todos los centros que hemos visitado”, dice Mishell Carrillo, directora Distrital Pujilí-Saquisilí del MSP.
Un informe del Ministerio de Salud Pública (MSP) detalla que se construyó un total de 40 centros en ambas provincias como parte de un plan piloto impulsado por el gobierno de Rafael Correa.
Según el documento de esta Cartera de Estado, 19 se levantaron en Cotopaxi, de los cuales 10 fueron de tipo A, 5 de tipo B y 4 de tipo C. Mientras que en Tungurahua se construyeron 21 y de estos 11 son de tipo A.
El documento también detalla que el MSP recibió con acta de obra pública o definitiva las casas de salud de Panzaleo y Papahurco, en Cotopaxi; Huambaló y Juan Benigno Vela, en Tungurahua. Las restantes 36 están en espera.
De acuerdo con el listado de obras del Secob, hasta noviembre pasado 27 centros tenían problemas por resolver y actualmente la entidad señala que 20 unidades se encuentran en proceso de cierre administrativo y gestionan con los contratistas el cumplimiento de las observaciones contractuales en la infraestructura.
Además, está pendiente la entrega de documentación habilitante como planos ‘As Built’ y manuales de mantenimiento para continuar con la suscripción de actas de recepción provisional y definitiva al MSP.
En los casos de contar con actas de uso y administración, el Secob dijo que el MSP es responsable de su mantenimiento como se establece en el acta suscrita entre ambas entidades.
En total, el Secob asumió 46 centros de salud con problemas técnicos, económicos y legales por resolver en 13 provincias. De ellos, los costos de 40 pasaron de USD 57,1 millones a 67,8 millones, un aumento de 10,7 millones.
El Secob explica que los estudios de los centros tipo A, B y C se implementaron con un análisis de factibilidad del MSP y los valores aumentaron porque hubo imprevistos como mejoramiento de suelo, muros de contención, conexión de redes de servicios básicos, así como necesidades de la entidad requiriente. Estos fueron ejecutados a través de órdenes de trabajo, órdenes de cambio y contratos complementarios.
Para César Molina, coordinador Zonal 3 de Salud de Chimborazo, no solo se trata de mantenimiento sino de los problemas que presentan estos proyectos. “Es un problema neto de infraestructura y que debe ser resuelto para que sean predios del Ministerio”.
El director del Secob, Jorge Wated, dijo que hay 320 obras entregadas y en funcionamiento, pero el problema grave es que se entregaban y la normativa decía que la institución que la recibía tenía seis meses para pedir arreglos. Esos seis meses se convirtieron en cuatro años.
Descarta que los centros tengan problemas estructurales. “…no es que la obra se cae o no hicieron estudios de suelo y se está quebrando. Hay muchas obras que pasaron el terremoto, o sea, tienen un problema de que se rajó por el terremoto. La filtración no depende de si la obra es buena o es mala, depende del mantenimiento”.