Entrevista del día. Plutarco Naranjo. Director Honorario Vitalicio de la Academia Nacional de Historia.
El 10 de Agosto es un fecha histórica que no se celebra con fuerza en el país, a excepción de Quito. ¿Cómo recuperar el verdadero valor del Primer Grito de Independencia?
Es posible que se haya perdido el sentido de civismo, que en este caso debe aplicarse en todo el país. Primero, porque no se da mucho relieve al Primer Grito de Independencia, al primer movimiento libertario, cuya sede fue la ciudad de Quito. En segundo lugar, se ha incorporado en la historia del país muchas otras fechas importantes para la celebración, que han hecho bajar la trascendencia nacional a la primera proclamación de independencia del Ecuador. Hay que reconocer que en estos últimos años se ha vuelto a dar la relevancia que tuvo el 10 de Agosto de 1809.
¿Por qué el 10 de Agosto no solo es una fecha cívica más?, ¿qué representa para los ecuatorianos?
El 10 Agosto no fue un simple levantamiento popular, como sucedió varias veces en años anteriores o como ocurrió al mismo tiempo en Perú y Bolivia, países en los cuales no se llegó a proclamar su independencia. El 10 de Agosto culmina un largo proceso de concienciación de la necesidad de que la Real Audiencia de Quito se transforme en un Estado soberano e independiente.
¿Se puede decir que es una fecha gracias a la cual los ecuatorianos somos soberanos y gozamos de derechos?
Sí. Debe ser una de las principales celebraciones de soberanía popular, de la organización en Gobierno autónomo y de la consecución de los derechos de los ciudadanos. Derechos que luego fueron consagrados en las constituciones políticas desde la primera hasta la más reciente.
¿Cómo recuperar ese alto valor de la lucha libertaria?
Con la enseñanza. Hay que comenzar con la escuela primaria y luego en los niveles siguientes. Por una parte, enseñar la cívica, y por otra, la importancia de los más grandes acontecimientos históricos, entre los cuales está a la cabeza el 10 de Agosto de 1809. Es de recalcar que esta fecha no representa simplemente un levantamiento contra el régimen absolutista de España, sino un movimiento bien estudiado, programado, a partir de las ideas de Eugenio de Santa Cruz y Espejo.
Pero, eso ha sido muy poco conocido…
Sí, porque no había documentos como los que existen ahora. En estos se revela que Espejo tenía un programa de lucha y gobierno. Él propone la constitución de un Estado independiente, democrático, representativo, lo cual no era conocido. Esto debe ser mencionado para que los ecuatorianos tengamos conciencia del alto valor de la lucha libertaria.
¿Cree usted que en las escuelas no se le da el valor que merece esta fecha?
Así es, porque no había documentos, no se conocía el papel que jugó Espejo, en el país y fuera de él, como en Colombia. Esos datos no están en la historia clásica. En mi libro, ‘La lucha por la independencia’, me refiero a esos documentos.
¿Qué hace falta en la celebración de esta gesta?
Una forma de recordarla es con una gran fiesta, pero no solo en Quito, se debe replicar en todo el país. Hay varias formas de celebrar la gesta libertaria: con conferencias o pequeñas representaciones. Es decir, promover actos que levanten el civismo de todos los ecuatorianos, en todo el país. No considerarse un día de vacación. Esto hace que se pierda el sentido cívico.
Respecto a las otras fechas cívicas, ¿cómo recordarlas para no restar trascendencia a la del 10 de Agosto?
La prensa tiene un papel fundamental. En cada una de las fechas hacen buenas publicaciones, de páginas enteras. Ahora deben irse complementando con nuevos datos de documentos históricos, para que se resalte más ese valor de la lucha ecuatoriana.
En la actualidad, ¿cómo influyen las ideas libertarias que defendieron los patriotas el 10 de Agosto?
Nos sirven de modelo, siguen siendo la base de derechos constitucionales que los ecuatorianos tenemos a partir de la proclamación de la independencia. Las ideas siguen hasta nuestros días, son ideas con mayores conocimientos y amplitud. Ya no está restringida la libertad y derechos políticos.
Una razón más para recuperar ese sentimiento de civismo, es que Ecuador fue el país ideólogo de la independencia en toda la región.
El movimiento del 10 Agosto, que se gestó en Quito, fue conocido prontamente por los diferentes países de las colonias españolas de Latinoamérica, como los del Virreinato de Bogotá. Estas siguieron el ejemplo de los quiteños y proclamaron su libertad. Por todo esto, para los ecuatorianos demócratas, el 10 de Agosto debería ser una de las fechas de mayor recordación a lo largo de toda la historia.
¿Cómo evitar que la Luz de América se apague?
Para los ecuatorianos, el 10 de Agosto de 1809 sigue siendo la luz que encendió la libertad y los derechos de este país y de la región. No debemos dejar que se apague, sino seguir luchando por perfeccionar esos derechos y el convivir del pueblo ecuatoriano en su totalidad. Esta luz nos identifica como ecuatorianos.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Ministro, médico, historiador, profesor universitario e investigador en varias ciencias. Ha publicado más de 40 libros.
Su punto de vista. El 10 Agosto no fue un simple levantamiento popular, fue el fin de un proceso de concienciación que nos transformó en Estado soberano.