La regeneración de la avenida Pichincha busca reactivar el sitio y que se convierta en una zona turística. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Lo que antes era una zona descuidada, llena de graffitis, por donde era casi imposible caminar, hoy luce como un sitio regenerado. Se trata de un tramo de la avenida Pichincha, comprendido entre las calle El Vergel y Manabí, en el centro de Quito.
Las fachadas de casas y locales comerciales fueron adescentadas, se construyeron rampas inclusivas, se renovó el mobiliario urbano y se colocó iluminación led.
Las casas fueron pintadas con un material antigrafitis, para evitar su deterioro.
Todas estas adecuaciones buscan un solo propósito: convertir el sector en un sitio turístico que dinamice la economía y el comercio, así lo anunció el alcalde Mauricio Rodas, durante la entrega de la obra que se llevó a cabo la mañana de hoy, jueves 15 de marzo del 2018.
Para Lupe Rogel, propietaria de una cafetería que se ubica en el lugar, la regeneración era un tema fundamental. “Antes no se nos cruzaba por la mente pasar por aquí, porque había muchos riesgos. Ahora esperamos que este cambio haga que la gente llegue a este bello lugar”.
Sin embargo, su local es solo uno de los tres que están abiertos.
Los otros sitios de comercio están cerrados. Sobre las puertas plomas se pueden leer carteles de venta o arriendo.
Por ello los moradores del sector hacen un llamado para que este sitio se active a través de iniciativas creativas que generen más visitas.
Uno de los locales más grandes del sitio será ocupado por la Agencia de Control Metropolitano y la Asociación de Víctimas de Desaparecidos, Muertes Violentas y Femicidios.
María de Lourdes Mejía, presidenta de esa asociación, señala que en ese lugar se brindará asistencia jurídica y además trabajarán en conjunto con los agentes de control en temas como la equinoterapia o canoterapia.
Martha es moradora del sector, prefiere no dar su apellido por seguridad, pues ella comenta que la regeneración ha reducido la inseguridad, pero no la ha erradicado.
“Aquí aún existe la venta de licor artesanal y de droga y eso es lo que hace que no podamos convertirnos en un sitio tranquilo”, dijo la vecina.
Juan Zapata, secretario de Seguridad del Municipio de Quito, indicó que están trabajando en conjunto con la Policía Nacional, la Comisaría, la Agencia de Control y el Cuerpo de Agentes de Control, sobre los temas que generan inseguridad.
El sector cuenta con dos alarmas comunitarias y seis cámaras de videovigilancia.
Además periódicamente se realizarán activaciones culturales para que más visitantes lleguen al sitio.
En octubre del 2015 se iniciaron los estudios para ejecutar esta regeneración urbana, que forma parte del Plan de Mantenimiento y Embellecimiento del Centro Histórico impulsado por el Municipio.