No me referiré a los empleados públicos que se jubilan con la bicoca de varias decenas de miles de dólares como bonificación aparte de la jubilación mensual del Seguro, quiero referirme y unirme al clamor de miles de jubilados de pequeñas y medianas empresas privadas que perciben una exigua pensión mensual y que reciben incrementos mínimos anuales que son una burla a la dignidad.
Apelamos a la sensibilidad y esperamos conmover la conciencia del Presidente Moreno para que se restituya el 40% para el financiamiento de las pensiones jubilares que se traspasó ilegalmente a otro fondo, y que se asignen incrementos anuales dignos y no miserables proporcionales a cada jubilación.