Lenin Piapuesán es uno de los 4 000 inscritos en la BiciQ. Utiliza la bicicleta pública desde hace dos meses, pero solo un par de veces ha manejado una eléctrica. “No son fáciles de encontrar”, comentó.
La mañana del jueves pasado, por ejemplo, en la estación BiciQ de las avenidas Eloy Alfaro y Amazonas (norte), durante 35 minutos no hubo una, de las 296 con las que cuenta el Municipio de Quito.
Estas bicicletas, que entraron en funcionamiento en abril del 2016, tenían el objetivo de facilitar los traslados, sobre todo en las cuestas que tiene la ciudad. Carlos Páez, concejal de Alianza País, señaló que, de acuerdo con información de la Secretaría de Movilidad, entre el 2016 y el 2017 hubo 339 273 viajes en bicicleta convencional, mientras que en ese mismo período solo hubo
31 482 viajes en bicicleta eléctrica (9,2%).
Fausto Miranda, secretario de Movilidad, señaló que desde enero se inició el mantenimiento para reparar y prevenir más daños en las unidades eléctricas. Actualmente hay 100 que ya están disponibles en las estaciones. Las 196 restantes (es decir, el 66%) están en un taller y serán entregadas progresivamente hasta el próximo 15 de abril del 2018.
El contrato para el mantenimiento de las unidades eléctricas se venció en agosto del 2016. Miranda señaló que después de una revisión de cada una de las bicicletas se detectaron dos problemas que influyeron en un menor índice de viajes respecto a las manuales.
El primero fue que, debido al uso, la capacidad de las baterías disminuyó, por lo que fue necesario rotar el uso de las bicicletas.
Otro problema fue el de los daños ocasionados por usarlas de manera inadecuada. Entre las principales averías se encontró: roturas en los guardafangos, los canales tensores y en los frenos.
Para reparar los daños, en diciembre del año pasado el Municipio firmó un contrato por un monto de USD 109 000. Ese mantenimiento empezó en enero de este año.
Miranda dijo que, para que se optimice el uso de las bicicletas eléctricas, las personas deben hacer su parte en el cuidado de las bicicletas. “El lunes pasado nos entregaron un lote de 60 unidades repotenciadas. En dos días ya se reportaron 13 bicicletas dañadas”, dijo.
No es lo mismo un golpe en las bicicletas manuales que en las que funcionan mediante un sistema eléctrico. Estas últimas tienen tres elementos que, pese a estar protegidos, son más sensibles: el GPS, para monitorear la ubicación; la batería, que es lo que las mantiene funcionando; y el sistema de marchas para desplazarse. De acuerdo con Miranda, el cuidado de esos tres elementos sensibles es lo que debe tomar en cuenta un usuario.
Para Edgar Áchig, usuario desde hace tres años de la bicicleta pública, lo más difícil de usar las eléctricas es acostumbrarse a las marchas. “Con menos pedaleo, la bicicleta toma más velocidad. Eso ayuda a mejorar los desplazamientos, pero si no se sabe usar los frenos puede ser una causa de accidentes”, señaló.
Sobre esto, una de las recomendaciones que hace la Secretaría de Movilidad es tener en cuenta que el sistema de marchas funciona a la inversa que el de las manuales. Es decir, mientras que en las convencionales, la primera marcha es la más fuerte para poder arrancar, en las eléctricas la tercera marcha es la que tiene más fuerza y se usa, sobre todo, para recorrer las cuestas de la ciudad.
Miranda también indicó que es importante regular la velocidad con la que se maneja. Esto, con el objetivo de frenar con el tiempo suficiente para evitar accidentes. También es importante no golpearlas, sobre todo contra las aceras. En los casos en los que las aceras sean muy altas, Miranda señaló que es preferible bajarse de la bicicleta para subir a la vereda.
Finalmente, otra recomendación de la Secretaría de Movilidad es revisar el estado de las bicicletas tanto al solicitarlas en las estaciones como en el momento de entregarlas.
Por otra parte, se anunció que el sistema de BiciQ será automatizado. La Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) inició un proceso para la adjudicación de la operación del sistema, para volver más eficiente la operación.
Según Miranda, la automatización facilitará que el préstamo de las bicicletas sea mediante una plataforma que permitirá liberar las bicicletas mediante el ingreso del carné que lo acredita como usuario.