Se oye el sonar de las copas del amanecer del 1 de octubre, día del pasillo ecuatoriano, llora la guitarra; no calla porque acompaña a Julio Jaramillo que canta con corazón y sentimiento en el aniversario de su cumpleaños (82) a las queridas madrecitas, al amor imposible de Elsa, al Guayaquil de nuestros amores, a la guayaquileña linda florcita de primavera; pasillos que encierran sutileza y encanto.
Julio Jaramillo el cantante ecuatoriano más conocido internacionalmente no solo grabó pasillos en nuestro país, sino también en otras latitudes donde fue aclamado. Encontré en Medellín, Colombia, donde todavía se venden sus elepés en los almacenes discográficos, el titulado Julio Jaramillo canta pasillos de antología, que contiene: Anhelos, Chorritos de luz, Sé que me matas, Lamparilla, Adoración, Limosna de amor, Piedad, Como si fuera un niño, Sueño y dicha, Sombras, Romance de mi destino y Tatuaje. El sello disquero Sonolux las seleccionó porque son canciones que tienen años de figurar entre las favoritas de América en la voz de indiscutible emoción del guayaquileño.
Si Alejandro Pro Meneses, melómano y coleccionista, aseguró haber reunido 5.000 pasillos de diversas tendencias, según investigación del Ministerio de Patrimonio; entonces Julio Jaramillo, que se calcula que grabó más de 1 000 pasillos, tiene la quinta parte del total. Su última actuación fue en radio Cristal en un homenaje a Alberto Spencer, donde cantó los pasillos Guayaquil de mis amores y Guayaquil pórtico de oro.
Nuestro cantor es el intérprete del sentimiento popular. El mejor homenaje que se le puede dar a Julio Jaramillo es considerarlo patrimonio nacional y recodar siempre sus canciones.