Hay historias que empiezan después de que terminan. Como ‘El invierno llega después del otoño’, la ópera prima de Nicolás Zukerfeld y Malena Solarz, que se estrenó simultáneamente en los cines argentinos y en la plataforma de video en línea, Qubit.tv, para el resto de América Latina.
Ficción y realidad se entrecruzan en una cinta que explora la fragilidad de los vínculos afectivos y emocionales en tiempos de modernidad. El relato de los directores argentinos parte de la ruptura de la relación que mantenían Mariana (Mariana Califano) y Pablo (Guillermo Massé). Deja de lado el pasado para centrarse en el presente de sus protagonistas, tan cotidiano como incierto.
Desde Argentina, los directores compartieron algunos detalles sobre el desarrollo de esta producción.
¿De dónde surge la idea de contar la historia de esta pareja después de su separación?
NZ. Surge de las inquietudes que compartimos sobre qué filmar y qué contar en el cine. La idea nace a partir de una anécdota sobre un amigo en común, que se había reencontrado con una exnovia después de mucho tiempo solo para charlar. Eso me llamó la atención y me preguntaba si esa charla escondía algo que no se había cerrado. Nos preguntábamos qué podía pasar luego de esa inocente charla.
¿Cómo sucedió el encuentro con los protagonistas?
Solemos trabajar con gente que conocemos y cuando empezamos a armar la película había gente que, más allá de ser actores o no, podía representar el rol de los personajes de una manera más precisa. En el caso del protagonista Guillermo Massé es un actor y amigo que trabajó con nosotros en otros cortos y Mariana Califano es profesora en la universidad. La pareja principal es una mezcla entre actores y no actores, como un síntoma que lo que sucede en toda la cinta. Una combinación que refleja ese matiz entre realidad y ficción que se muestra en la película
NZ. Gente que aparece en la película, como escritores o libreros, los convocamos porque lo que iban a hacer en la película era bastante parecido a lo que hacían en la vida real.
Los protagonistas podrían haber sido abogados, médicos, artesanos o comerciantes. ¿Por qué son parte de ese contexto intelectual, literario y cinematográfico?
MS. Nos fuimos inclinando naturalmente a un ambiente que no era muy lejano al nuestro. Mientras escribíamos el guión también fuimos conociendo a los personajes que estábamos inventando e iban surgiendo esos lugares, como la facultad de letras o trabajos como el negocio editorial. No fue desde el contexto hacia los personajes sino al revés. Primero se pensaron los personajes y luego nos dimos cuenta que iban transitando lugares así.
¿Cuáles son sus referentes en la construcción cinematográfica para este filme?
MS. Muy variados. Vemos cine desde cosas muy actuales hasta cine mudo. También hubo otras referencias, como una serie de cuadros de Claude Monet, sobre las catedrales de Rouen, donde se puede ver que pintó la misma catedral con el mismo encuadre y la misma composición, pero en distintos momentos del año y con distinta luz, colores y trazos. Nos hacía pensar sobre el paso del tiempo y las diferencias del otoño y el invierno y cómo influye en los personajes. En música, el título de la película viene de una canción de los Beach Boys, que se llama Fall Breaks and Back to Winter, un tema de la etapa más experimental de la banda, que no aparece en la película, pero que influyó en el título.
¿Cómo ha funcionado la experiencia de la codirección?
MS. Estamos acostumbrados a trabajar juntos. Hace años hicimos una película entre 11 directores. Ayuda mucho tener un interlocutor a mano, con quien terminar la jornada de rodaje y seguir pensando cómo mejorar algunas cosas. Al principio pensamos en dividir tareas, pero al final fue un trabajo compartido.
La de Mariana y Pablo es una historia que mira hacia el pasado, ni que se cuenta de forma simultánea ¿Qué motivó a despojarse de los flashback y el montaje paralelo como recursos narrativos?
NZ. Fue un procedimiento narrativo que lo descartamos de entrada. Tratamos de que la historia fuera hacia adelante, porque lo que nos interesaba era trabajar el presente, la actualidad de esa pareja. No mostramos el pasado para generar misterio, sino más bien para dirigir el foco de atención a lo que queda después de una relación. Lo mismo con el montaje paralelo. Establecer tensiones entre los dos personajes iba a romper la idea que teníamos con respecto al paso del tiempo. Además de ser una película contada de manera lineal, incluso planteada desde el título, la idea era mostrar las esquirlas que quedan después de esa explosión.
¿Que nos dicen los personajes de las relaciones contemporáneas?
MS. Nos dimos cuenta de que estos personajes viven en este mundo y en este momento, por lo que es inevitable que se cuelen rasgos de la modernidad en general. La película no se detiene mucho a opinar cómo son las relaciones, pero es inevitable que termine hablando de cómo es el mundo en general. No es una historia que describa todas las historias, sino la de dos personajes muy particulares.
¿Qué opina sobre esta nueva forma de estreno simultáneo en cines y plataformas online?
NZ. Es algo novedoso en general. Es una felicidad lograr que la mayor cantidad de gente vea la película. Simultáneamente se hizo el estreno en un cine en Buenos Aires y en Qubit.tv. Eso permite que más gente pueda acceder a la película por otros medios.