Es 19 de marzo y en la eucaristía se celebra la fiesta de San José, esposo de la Virgen. Por eso la túnica del sacerdote Marlon Jiménez es amarilla, aunque esta preserva la cruz de Santiago, desde el pecho hasta las rodillas, un símbolo de los Heraldos del Evangelio.
En el salón de actos, ubicado en la parte posterior de la Catedral de Nueva Loja, no quedan sillas vacías. Se celebra un matrimonio y Jiménez, párroco de esa iglesia desde noviembre, lo bendice.
El sacerdote es ecuatoriano y, excepto las misas, aún no ejerce la asignación hecha por Rafael Ibarguren, administrador apostólico de la congregación Heraldos del Evangelio. El 29 de diciembre, el Ministerio de Justicia, DD.HH. y Cultos cuestionó que Jiménez hubiera sido inscrito como procurador del Consejo Jurídico del Vicariato de Sucumbíos.
El 30 de octubre último, el nuncio apostólico en el Ecuador, Giacomo Guido Ottonelo, certificó que ese día el papa Benedicto XVI había designado a Rafael Ibarguren como administrador del Vicariato de Sucumbíos, “con todas las potestades, derechos, deberes, obligaciones y privilegios que ese oficio conlleva, al igual que un obispo diocesano” (vicario apostólico).
Ibarguren asumió el Vicariato tras la renuncia, por edad (el límite es 75 años) de monseñor Gonzalo López Marañón.
En el documento 8758/10, el Nuncio Apostólico, además de sostener que Ibarguren gozaba de las facultades inherentes al obispo, declaró que Marlon Jiménez había sido delegado por Ibarguren como representante legal del Vicariato de Sucumbíos.
Para Alexandra Moncada, subsecretaria de DD.HH. y Cultos del Ministerio de Justicia, el certificado del Nuncio Apostólico “no posee la fuerza administrativa para reemplazar un nombramiento”. Así reza en el oficio 07317 del 29 de diciembre, suscrito por Moncada y dirigido a Ibarguren.
Sonsoles Pérez, quien trabajó con Gonzalo López en las pastorales y servicios, dice que siempre en la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos (Isamis) se ponía a consideración de la Asamblea Diocesana cualquier designación, antes de aprobarla.
El 17 de noviembre, en el Registro de la Propiedad de Nueva Loja fue aceptada la inscripción de Marlon Efrén Jiménez Calderón como representante legal o procurador del Consejo Jurídico del Vicariato de Sucumbíos.
Los miembros de la Asamblea Diocesana lo desconocieron. Antes de la llegada de los Heraldos del Evangelio, esta se reunía una vez al año para actualizar los planes sociales de Isamis.
La particularidad era que monseñor López era un actor más, entre los sacerdotes (seis de la orden de los Carmelitas Descalzos y seis diocesanos siguen en la provincia), ministerios (ciudadanos reconocidos por López tras años de trabajo social y evangelizador), laicos y demás miembros de las pastorales. Todos tenían voz, pero solo cerca de 120 podían votar.
Desde noviembre, cuando llegaron a Sucumbíos, los Heraldos del Evangelio acudieron a dos reuniones con miembros de la Asamblea Diocesana. “No nos han hecho partícipes de ningún nombramiento. Una vez nos escucharon, les pedimos que nos dijeran qué iba a pasar con los proyectos sociales y dijeron “bueno ya es muy tarde” y se fueron”, dice Esperanza Ruiz, del Ministerio Negro en la Pastoral de Isamis.
El Ministerio de Justicia (el mismo oficio 07317) también criticó el nombramiento de Ricardo Alberto del Campo, de los Heraldos, como provicario del Consejo Jurídico. Moncada dijo que esa nominación (el 4 de noviembre) se realizó antes de la Asamblea Extraordinaria del Vicariato, citada para el 26 de noviembre.
Royden España, presidente del Comité de Apoyo a los Heraldos del Evangelio, refiere que en el Estatuto del Vicariato de Sucumbíos, elaborado por los Carmelitas Descalzos (con monseñor López Marañón) no se habla de una Asamblea Diocesana, sino únicamente de la Asamblea del Vicariato. “La Asamblea puede ser conformada por los miembros de la nueva administración”.
El artículo 6 de ese Estatuto dice que del Gobierno y Administración del Vicariato será responsable el Consejo Jurídico Económico integrado por seis miembros. Ellos son el vicario apostólico designado por la Santa Sede, el procurador elegido por el vicario apostólico, el provicario elegido por el vicario apostólico y tres miembros elegidos en Asamblea (uno de ellos padre Carmelita).
El 29 de noviembre, Ibarguren, vicario apostólico, pidió al Ministerio de Justicia que legalizara e inscribiera a los nuevos representantes del Vicariato. Un mes después, Moncada respondió:
“Lamento indicarle que la inscripción del Consejo Jurídico Económico del Vicariato Apostólico no puede ser inscrita por cuanto no adjunta la convocatoria a la Asamblea Extraordinaria del 26 de noviembre… requisito obligatorio para efectuar dicho registro”. Ella también cuestionó que no se adjuntaran firmas de los asistentes a dicha Asamblea.
Ibarguren sostiene que lo actuado “está en estudio, está siendo visto y revisto. Vamos a esperar y en su momento instancias de Roma se pronunciarán. Yo no estoy aquí porque quise ni me impuse; yo aquí estoy obedeciendo”.
Jiménez también habla apacible. “Todo es legal. Nosotros lo dejamos en manos de Dios”, responde al ser consultado sobre el alcance real de su nombramiento como procurador del Vicariato.
Tras quitarse la túnica amarilla, Jiménez deja el salón de actos al cual los fieles llaman iglesia de Nueva Loja. Allí, en la pared este, sigue El Árbol de la Vida, el cuadro de 6 metros de alto pintado por Cristian Guillén. Las ramas tienen niños tomados de las manos, el legado de Gonzalo López, cuyo retrato brilla en el tronco.
Glosario
Obispo. Es el pastor y jefe responsable de dirigir la Iglesia en una Diócesis determinada. Es la máxima autoridad eclesial. Comparte con el Papa la responsabilidad de la Iglesia entera.
Administrador apostólico. Es un sacerdote u obispo designado por el Papa para administrar una Diócesis, Arquidiócesis o Vicariato sin Obispo u Arzobispo residencial.
Delegado Pontificio. Es el delegado del Papa para cumplir una misión dentro de una jurisdicción o institución eclesiástica. Representa a la Iglesia Católica ante las autoridades locales. Cumple también
actos pastorales.
Vicariato. Es una jurisdicción eclesiástica territorial que no es Diócesis sino que es tierra de misión. En el Ecuador hay ocho vicariatos: Napo, Méndez, Zamora, Esmeraldas, Puyo, Sucumbíos, Aguarico y Galápagos.
Diócesis. Es un territorio que queda a cargo de cargo de un Obispo. Es una porción del pueblo de Dios, cuyo cuidado pastoral se encomienda al Obispo designado con la cooperación directa del Presbítero.
Nuncio Apostólico. Es el delegado del Santo Padre en el país. Tiene el rango diplomático de embajador y representación oficial ante el Gobierno.Cumple también funciones pastorales en la relación con el Episcopado del país.
Comunidades de base. Son grupos familiares de cristianos que están en comunión con el párroco y el Obispo. Leen la palabra de Dios, oran y se ayudan en los problemas humanos y eclesiales que se presentan.