Un equipo de investigadores anunció hoy, 27 de junio de 2017, el descubrimiento de un nido de cóndores en una quebrada de Quito. Foto: cortesía Juan Manuel Carrión.
Las quebradas generalmente son vistas como sitios inseguros e insalubres, pero estas albergan una gran biodiversidad. Incluso, se descubrió que son espacios elegidos por los cóndores para poner sus huevos.
La mañana de este 27 de junio del 2017, en un taller organizado por la Secretaria de Ambiente de Quito, se anunció el hallazgo de un nido de cóndores en la quebrada Itulcachi, en el sector de Pifo.
Juan Manuel Carrión, ornitólogo y ex director del Zoológico de Quito en Guayllabamba, cuenta que llegaron al lugar tras la alerta de la comunidad sobre la presencia de estos animales. Desde enero hasta marzo de este año, los investigadores se ubicaron en la quebrada para observar a la pareja.
Presenciaron desde el momento del cortejo, cuando los animales empezaron a interactuar, hasta que finalmente distinguieron el nido y la presencia del huevo en la tierra. La madre fue la responsable de la incubación y ambos padres se encargan por lo general del cuidado de la futura cría.
El huevo finalmente no pudo terminar su proceso. Carrión explica que cuando volvieron al punto, después de un día de intensas lluvias, ya no lo encontraron.
“El sitio de anidación debió estar allí por siglos”, dice el especialista, ya que los cóndores andinos son fieles a estos espacios.
Quito es el sitio estratégicamente más importante para la conservación de esta especie en el Ecuador y las quebradas están en su ruta de vuelo. Actualmente, existen 100 ejemplares en el país en estado silvestre y 20 bajo cuidado humano.
Según Carrión, en 30 años de ejercicio profesional en investigación de aves, “nunca había visto algo tan cercano y lo importante es que fue en una quebrada quiteña”.
Por eso, considera que estos espacios son un tesoro invaluable, en los que aún quedan cosas por descubrir y que se deben mantener en buen estado.
Carrión comenta que actualmente se está trabajando con la comunidad de Itulcachi para que sean conscientes de la importancia de cuidar la quebrada donde fue encontrado el nido de cóndores. Según Carrión, por seguridad de las aves, no se puede revelar el sitio exacto del descubrimiento.
Verónica Arias, secretaria de Ambiente del DMQ, indica que en la capital se han identificado 182 quebradas, de estas, se han priorizado 32 para el Plan de Intervención Ambiental Integral en las Quebradas de Quito, que impulsa esta entidad municipal.
“Este ha sido un proceso largo”, cuenta Arias, pero mantienen la esperanza de que estos espacios puedan ser recuperados con trabajos de restauración.
El éxito de las quebradas que ya se han intervenido, lo atribuye a la coordinación que han tenido con la comunidad como la experiencia de la quebrada Pasocucho, en Quitumbe, y Habas Corral en el barrio Ana María.
En el 2012, el Municipio de Quito, a través de la Resolución C350 declaró patrimonio natural, histórico, cultural y paisajístico al Sistema de Quebradas del DMQ.