Esta tarde se desarrolló la eucaristía religiosa en honor de Efrén Calderón y Froilán Jiménez, policías fallecidos el 30 de septiembre del año anterior, en la revuelta policial.
La conmemoración religiosa inició a las 18:30 en presencia de los padres de Calderón y la hermana de Jiménez, en la iglesia evangélica luterana, ubicada en el norte de Quito.
Lidia Landeta, madre de Efrén Calderón, aseguró que su hijo no fue asesinado en un cruce de balas como dicen las versiones oficiales.
Según Landeta, su hijo no plegó a la protesta policial y permaneció en el Regimiento Quito dos, en el centro de la capital. En la noche habría salido con otros uniformados a patrullar en el sector de la Marín y se encontraron con un camión del Ejército que supuestamente arremetió contra Calderón y dos gendarmes que lo acompañaban. Producto del incidente Efrén falleció. La madre de Efrén, el último de cuatro hijos, confesó que los testigos clave del hecho, también policías, no han declarado debido a prohibiciones de la institución.
Entre tanto, Sandra Jiménez, hermana de Froilán, aseguró que su familia ahora continuará luchando para que se juzgue al culpable de la muerte de su familiar.
“Es el inicio de una lucha muy dolorosa y muy grande, pero ahí seguiremos”, dijo Jiménez. “Vamos a esperar que, como se dice, se va a desclasificar la información, una investigación eficaz, oportuna y verdadera. Por eso estamos pendientes”, añadió.
Como parte de la ceremonia, los familiares de los uniformados caídos en la insubordinación policial dejaron dos cirios encendidos en el altar en representación de cada uno de sus seres queridos. El resto de asistentes también recibió velas blancas que se mantuvieron prendidas casi la totalidad del culto.
Al ritual evangélico, asimismo asistieron el asambleísta César Montúfar y Janeth Orbe, esposa del coronel César Carrión, acusado de magnicidio en el 30-S.
Mientras Montúfar no quiso dar declaraciones a los medios. Orbe denunció que inteligencia militar los persigue y que incluso también presenció el acto conmemorativo. En este sentido dijo que teme por la vida de su esposo. “Si son capaces de seguir mintiendo, son capaces de matar a mi esposo”, dijo. Sin embargo, enfatizó que ahora con mayor valentía van luchar para que se ratifique la inocencia de Carrión.
Orbe, además, aseguró que realizaron la misa en una iglesia cristiana debido a que la iglesia católica se negó porque presuntamente “en asuntos políticos no pueden meterse”.