Como lo había manifestado anteriormente, para la sociedad de un país cada nuevo Gobierno es una nueva esperanza para lograr un mejor medio de vida, pues las ofertas de todos los candidatos en campaña aseguran proveer el bienestar al pueblo. Por lo expuesto el señor Presidente electo ya debería delinear su plan a seguir para alcanzar los objetivos que aseguren el desarrollo del país.
Para unos el Gobierno entrante está obligado a seguir la ruta del Gobierno saliente. Para otros el Presidente electo es diferente del Presidente saliente, y por ello unos creen que se van a abolir las sabatinas, que habrá moderación en el uso de los adjetivos cuando se refiera a los opositores. Que habrá libertad de expresión y que se reconocerá el mérito ajeno. Así mismo, otros creen que el Gobierno entrante, incluso será más radical que el anterior.
Esta diferencia de opinión del electorado es decisiva, por cuanto un Gobierno necesita el apoyo de la sociedad para alcanzar las metas, los objetivos. Especialmente en casos como el actual, el Presidente electo tendrá que hacer frente a momentos difíciles, pues la economía ha declinado, la Empresa privada no ha sido apoyada como lo necesitaba, y no está optimista. El gasto público ha crecido y ello obligará al Gobierno entrante a tomar medidas de austeridad, las mismas que reducirán su popularidad.