El servicio de revisión y matriculación vehicular de Quito no siempre es adecuado y cómodo para el usuario.
Por ejemplo, en San Isidro del Inca, se pueden hacer los dos trámites. Pero, si el usuario termina su revisión vehicular, debe sacar su vehículo del recinto, estacionar en la calle donde pueda y regresar para hacer el trámite de matriculación.
Resulta que la revisión y la matriculación son de dos entidades diferentes y no pueden compartir el espacio de estacionamiento. De hecho la matriculación, que pertenece al SRI, no cuenta con estacionamiento para el usuario, pese a que los dos servicios tienen ventanillas casi juntas.
Además de eso, no puedo entender, cómo, un vehículo con 50 mil km de recorrido, no es aprobado en la revisión y otros más antiguos, que a simple vista presentan defectos, sí la aprueban. Los técnicos que hacen la revisión vehicular, ¿tienen el mismo grado de preparación? ¿Son especializados? Pero sobre todo, no deja de ser un trámite incómodo y que quita tiempo.