Desde su urgente arribo -tras su pedido de socorro- a la Embajada de Ecuador en Londres, Gran Bretaña, donde se encuentra como “asilado político” he seguido las vicisitudes de su juicio penal con Suecia, y la ágil, profesional y benévola intervención de Ecuador para solucionar su inconveniente legal con la justicia sueca, nada político ni civil pero si penal.
Me pregunto, al tiempo de transcribir –como referencia básica- un texto del señor “Julián Assange, fundador de WikiLeaks”, publicado en EL COMERCIO el 3, abril, 2017 (Agencia AFP)
¿En base a qué título anota usted, señor Assange lo siguiente? “Invito cordialmente al Señor Lasso que se retire del Ecuador en los próximos 30 días (con o sin sus millones offshore)”. ¿Es poseedor –acaso- de alguna jerarquía universal, que le permita expresar calumniosamente y a la vez ordenar con suma grosería el devenir de una persona ajena a usted y a su accionar, de un profesional íntegro y poseedor -entre otras características- de incomparables dones políticos, y de un ser humano ajeno a su nacionalidad, y en fin de un ecuatoriano.
Señor Assange (nótese que escribo señor con mayúscula por iniciar el párrafo), cuénteme ¿Estoy –tal vez- atrasada de noticias?, ¿cuénteme la razón por la que “se permite” dar esa nefasta, mal educada e irrespetuosa opinión? ¿Quién es usted? Porque, esta actitud es totalmente incoherente y nada tiene que ver con libertad de expresión.
Usted debe estar agradecido con Ecuador, con el país, con la gente que hace la nación ecuatoriana, pues Ecuador le ha brindado hospedaje resguardando su integridad. Nada justifica sus declaraciones. Le pido respeto a los derechos humanos del señor Lasso –a quien no tengo el gusto de conocer personalmente- pero que merece mi atención por ser un compatriota; y al hacerlo, estará cumpliendo con la ley mundial y agradeciendo con creces al pueblo ecuatoriano.
Reprocho totalmente la actitud del señor Julián Assange, y como ecuatoriana exijo que el Ministerio de Relaciones Exteriores y/o el ente gubernativo que corresponda, realice el reclamo pertinente.