El río Chalpi Grande proveerá con 2 200 litros de agua por segundo al Sistema de Agua Papallacta. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El acceso de agua potable en el Distrito Metropolitano de Quito es de 98,61%. Para garantizar la prestación del servicio de forma constante y permanente hasta el 2040 es necesario incrementar la oferta de agua cruda. Para que esto sea posible una de las opciones es el proyecto Chalpi – Papallacta, con el cual se fortalecerá el abastecimiento de agua en el norte y las parroquias nororientales del Distrito.
“La ciudad necesita aproximadamente 120 litros por segundo adicionales por cada año. Estamos captando agua para garantizar el recurso hídrico para Quito hasta el año 2040”, indicó Marco Antonio Cevallos, gerente general de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable.
“Si este proyecto no se ejecuta en el tiempo que está previsto puede ser que después de dos años esos sectores del norte de la ciudad y de las parroquias comiencen a tener racionamiento en las horas pico de consumo de agua. Lo que se está haciendo es minimizar ese riesgo, garantizando la dotación del servicio en la misma continuidad que tenemos ahora”, subraya Cevallos, quien reconoce que existen problemas de abastecimiento en algunas parroquias como Yaruquí, Checa y San Antonio de Pichincha, especialmente durante el verano, cuando disminuyen los caudales.
Según el Atlas Ambiental del Distrito (2016), el consumo diario de agua por habitante es de 189,1 litros. “Quito todavía tiene un consumo un poco alto de agua si lo comparamos con otras ciudades similares de la región. Todavía tenemos una brecha para disminuir”, indicó Cevallos.
El río Chalpi Grande está ubicado a 70 kilómetros al sureste de Quito, en la vertiente oriental de la Cordillera Central, forma parte del Parque Nacional Cayambe – Coca. Su caudal y tres de sus afluentes proveerán con 2 200 litros de agua por segundo adicionales al Sistema de Agua Papallacta, que actualmente produce 3 000 litros por segundo. Esta provisión abastece al 40% de la población del norte de Quito y parte de las parroquias rurales.
La captación de agua desde el río Chalpi Grande, a través de tuberías, y su conducción hasta la pileta de agua cruda del Sistema Papallacta constituye la primera fase de un programa más amplio, que incluye otros dos proyectos: la ampliación de la Planta de Paluguillo y el desarrollo de la línea de conducción para proveer del recurso hídrico a las parroquias orientales.
Desde la pileta del Sistema de Agua de Papallacta, una parte del agua se conduce a la Planta de Bellavista, para el abastecimiento de los barrios del norte de la ciudad y otra parte se dirigirá a la Planta de Paluguillo, que actualmente abastece a Paluguillo y Tababela.
Con la ampliación de esta infraestructura, la oferta de agua potable de esta planta crecerá de 600 litros por segundo a 1 600 litros, lo que permitirá proveer al resto de las parroquias nororientales, que actualmente se abastecen con plantas menores, gestionadas por la Empresa de Agua Potable de Quito (Epmaps).
Cevallos detalla que el programa tendrá un costo total de USD 70 millones, que será financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo.
Para el proyecto inicial, la captación de agua desde el Chalpi Grande se destinarán USD 44 millones. La licitación pública para el desarrollo de esta primera fase se inició el viernes 17 de marzo, con la oferta de seis empresas, cuatro extranjeras y dos nacionales.
“Está estimado que la obra se inicie en agosto y tenga una duración de 24 meses, con una operación asistida de seis meses”, indicó Mauricio Balladares, supervisor del proyecto Ramal Chalpi – Papallacta de la Epmaps – Agua de Quito. El programa completo se prevé culminar para 2021.
El proyecto incluirá también la instalación de una central hidroeléctica de 7,6 megavatios, que además de optimizar el recurso hídrico será una fuente importante para el financiamiento de la obra.
“La central nos permitirá cubrir la demanda energética de la empresa y el excedente lo comercializaremos en el mercado nacional, como un aporte al sistema nacional interconectado. Ese ingreso nos permitirá pagar el crédito del proyecto”, indica Balladares. Esta forma de autoabastecerse de energía y financiarse es una práctica que realiza la Empresa de Agua Potable y Saneamiento desde tiempo atrás.
A largo plazo, la Epmaps – Agua de Quito proyecta desarrollar un proyecto de innovación que consistirá en dotar a la ciudad de elementos sanitarios de bajo consumo, por medio de tecnologías LED.