El nuevo embajador de Colombia en Ecuador, Fernando Arboleda, inició ayer sus funciones. Uno de los primeros anuncios que hizo al asumir su cargo fue que el tema primordial de la nueva etapa de las relaciones bilaterales será el combate a la inseguridad fronteriza.
“El tema de seguridad es uno de los temas prioritarios en el manejo de relaciones bilaterales en este momento”, dijo Arboleda.
Esto, luego de que el fin de semana pasado, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidiera la colaboración de sus países vecinos para frenar el tráfico de armas y las fuentes de financiamiento de las FARC.
Según Santos, en una de las computadoras del fallecido líder de las FARC, Mono Jojoy, se encontró información de que el grupo insurgente adquiere armas de Ecuador y otros países vecinos, como Venezuela, Brasil y Perú. Además, de que el grupo explota oro en minas ilegales, asentadas en las zonas fronterizas.
Este tema fue tratado por los cancilleres de Ecuador, Ricardo Patiño, y de Colombia, María Ángela Holguín, en la última reunión bilateral, en noviembre del año pasado. Allí se establecieron mecanismos para reforzar la seguridad y evitar incluso el daño ambiental que produce este tipo de minería artesanal.
Para cumplir con esta meta, Arboleda informó que habrá mucha mayor cooperación entre los gobiernos de los dos países. Incluso, en mayo próximo el presidente Rafael Correa viajará a Bogotá para participar en una feria de turismo. No hay una fecha para el viaje de Santos al Ecuador.
“Se tienen establecidas distintas instancias y organismos de carácter binacional que desempeñan tareas conjuntas orientadas a la superación de ese aspecto de seguridad fronteriza y de control, no solo de los grupos alzados en armas irregulares, sino también de criminalidad en general”, explicó Arboleda.
Antes del 1 de marzo del 2008, cuando Colombia atacó un campamento ilegal de las FARC, que estaba asentado en territorio ecuatoriano, el intercambio de información era constante, pero no a profundidad, según reconocieron las autoridades colombianas. Una de las justificaciones dadas fue que no confiaban en el Gobierno ecuatoriano.
Pero, ahora, los dos países han anunciado su deseo de fortalecer los lazos y fortalecer la confianza.