La Redacción de EL COMERCIO de la que habla Jorge Ribadeneira en los libros de la historia del Diario -en blanco y negro- no se parece en nada a la actual, y no solamente por la modernidad de la Redacción Integrada Multimedia (RIM), que ya cumplió más de un año. Sino por su diversidad, la velocidad con que se procesan y difunden las noticias, lo exigente de nuestros lectores, los procesos de calidad, y por el vértigo con que se vive día a día en la sala de Redacción.
La labor se hace integrada para los diferentes productos (EL COMERCIO, Últimas Noticias, Líderes, Familia, Radio Quito) y para las plataformas en Internet; es decir que se arma una agenda multimedia, que presiona, que estresa, pero que -a su vez- hace trabajar con más ganas.
En los años 60 la Redacción estaba dominada por los pantalones, los varones la “monopolizaron”, según la publicación ‘100 años de historia y testimonios’ de Jorge Rivadeneira. Para inicios del 2014, cuando EL COMERCIO cumple 108 años hay muchos más pantalones, pero que ahora los usan hombres y mujeres.
En toda la RIM a escala nacional son 209 personas, entre periodistas, gráficos, correctores, documentalistas y soporte administrativo. Entre los varones y las mujeres casi hay equidad en los números. De los 135 periodistas en la Redacción de Quito y las oficinas regionales, 59 son mujeres (editoras y reporteras); en el área Gráfica (diseño, infografía, fotografía y videografía) son 13 mujeres de 58 personas.
Las letras de mujeres
La historia menciona que la primera periodista de planta que contrató esta empresa fue Susana Torres. Llegó al “santuario masculino” en 1965. “Entré temblando a la Redacción, eran 40 hombres que, al principio, parecían 40 forajidos y una sola mujer”. Su testimonio está en el libro de los 100 años. Para remate, ella tenía el horario nocturno y se adaptó al trabajo de la Redacción y a los ánimos de los varones, que en el fondo eran ‘alhajas’. Actualmente, su hijo Diego Pallero es fotógrafo de la RIM.
Antes de Susana, un caso especial fue la periodista inglesa Lilo Linke, cronista que recorría el Ecuador. Y talvez, algo poco conocido es que Nela Martínez, dirigente de izquierda y primera diputada del Ecuador, pasó por estas páginas pero con una columna de opinión y los seudónimos ‘Reina Sol’ y ‘Flora Tristán’.
Mariana Neira dice que cuando llegó a la Redacción era la única reportera entre 35 periodistas. En 1988, Alfonso Laso -entonces jefe de Redacción de Últimas Noticias- la llamó para que reemplazara a un reportero que salió del periódico. La pusieron a cubrir noticias de la Comunidad; la otra mujer recuerda que era Marcia Silva quien dirigía Sociales o Cultura de la época. Con el tiempo Mariana pasó a ser reportera de política, y terminó haciendo economía en los seis años que trabajó aquí.
Años después de salir de esta casa editorial, ganó dos premios Jorge Mantilla Ortega (JMO) -el concurso de periodismo que organiza EL COMERCIO- con investigaciones que realizó en equipo con otros colegas de la revista Vistazo. Actualmente se dedica a dictar talleres y lanzó su novela ‘Atrapados por los jóvenes’.
Los premios Mantilla
El libro por los 20 años del Premio JMO (1990-2010) recoge las vidas de otras periodistas que recibieron el reconocimiento en diferentes géneros (reportaje, entrevista, crónica). Se cuentan unas 20 mujeres entre las ganadoras, algunas de ellas pasaron por esta Redacción y otras son parte de la historia del periodismo nacional. María Albán (+), pionera en investigación, Mercedes Álvaro, Silvia Mejía, Paulina Trujillo, María Elena Aulestia, Patricia Estupiñán, María de la Paz Vela, María Elena Verdezoto, Eva Valencia, Rosa Torres, María Elena Arellano, Sandra Ochoa…
Al revisar las páginas de los 100 años de EL COMERCIO hay una foto del 2005 de los Editores de la Redacción: de 19, una era mujer, Gabriela Paz y Miño que dirigía la sección Quito. En la actual RIM hay cuatro editoras Betty Jumbo (Ecuador), Ivonne Guzmán (Cultura), Gaby Quiroz (Investigación), Laura de Jarrín (revista Familia), y una Macroeditora (Mónica Mendoza), con muchos años de periodismo encima.
Gloria Jiménez, directora de Relaciones Públicas, recuerda que cuando ingresó en los años 80 eran pocas las periodistas. Ellas hacían más trabajo de oficinista y poco de periodismo, y fue con la llegada de Guadalupe Mantilla, en 1985, que se impulsó el oficio de las mujeres.
Gloria trae los nombres de periodistas que son parte de la historia de EL COMERCIO: Marcia Silva, Mariana Neira, Mariana Velasco, Nancy Puente, Flora Proaño, Patricia Estupiñán, Mercedes Álvaro, Yolanda Aguilar, Ana Maldonado… Olga Imbaquingo, Milagros Aguirre, Martha Córdova, María Belén Arroyo, Marcia Cevallos, Ana Karina López, Saudia Levoyer, Sabrina Duque. Y muchas otras que siguen escribiendo las páginas impresas y ahora las páginas web; que escogieron al periodismo como un estilo de vida, con horarios extenuantes, con menos tiempo para la familia… Algunas de ellas tuvieron sus inicios o sus pasos por esta Sala de Redacción, pero continuaron sus carreras en otros medios nacionales e internacionales.
Mercedes Álvaro, actual Corresponsal de Dow Jones, fue la primera editora de Economía. Tenía un año como redactora cuando, en 1990, fue nombrada para un cargo en el que tenía que dirigir a un equipo de varones. Un desafío en lo personal y profesional. La veían como mujer y joven (unos 26 años) para un puesto tradicional de hombres. “Era una Redacción, casi toda, de hombres y lo típico del periodismo de esa época era tener experiencia y una edad entre los 40 y los 60 años”. Le tocó enfrentar a las fuentes que no la valoraban como mujer y periodista, pero su carta de presentación con el tiempo y siempre ha sido la calidad de su trabajo. “Al inicio fue duro, el machismo era un problema generacional, la gente joven no tenía las oportunidades, había que ser mayor para tener la oportunidad”.
En la actualidad, a diferencia de los 90, dice que las periodistas están más preparadas, tienen maestrías, “entendemos más al mundo y el mundo nos abre las puertas”.
Los dilemas y las premuras
El Premio JMO del 2013 en la categoría Entrevista lo ganó María Belén Arroyo con ‘El invierno de Jamil Mahuad, pido perdón por el dolor que causó el congelamiento’, publicada en la revista Vistazo. Ella es editora Política de Vistazo (Quito), pero recuerda sus inicios en este Diario como pasante en mayo de 1993. Llegó a las puertas de un cambio en el diseño y en el contenido, aceptó la pasantía por menos dinero del que ganaba en una empresa de turismo (de 451 mil sucres a 200 mil). “No puedo decir que había discriminación, entré en una época de transición, en la primavera de la capacitación y era un privilegio aprender en una propuesta de cambio, EL COMERCIO fue mi escuela de periodismo”. En esta casa editorial fue coordinadora de la sección Quito y editora de la regional en Cuenca.
En una época creyó que el periodismo y la maternidad eran incompatibles, cuando vio a compañeras que se quedaron solteras y sin hijos: el dilema era ser periodista o ser madre. Llegado el momento, tomó la opción de vida de la maternidad y pensó varias veces “volveré a trabajar”; ¿mamá y papá periodistas (está casada con Arturo Torres, editor de Investigación de EL COMERCIO). Hoy tiene una hija de 14 años y los tiempos flexibles de la revista son una ventaja para la calidad de vida.
En medio del trajín del día a día, Ivonne Guzmán, actualmente editora de Cultura, recuerda que tenía seis meses (20 años de edad) en el Diario cuando estalló la guerra del Cenepa (1995). La enviaron a un sobrevuelo sin importancia, pero volvió con una noticia impactante. El primer muerto oficial del conflicto, al soldado Pilco lo trajeron en un ataúd en el mismo avión militar que llevaron a los periodistas.
Son las últimas horas del 2013, y el ajetreo de días y semanas en la Redacción de EL COMERCIO ha estado marcado por cierres de adelanto, talleres de capacitación, las maquetas de páginas, la edición del 1 enero, las agendas multimedia para los largos feriados, los pocos días libres, y también la fiesta por el Pase del Niño, el almuerzo y brindis por el nuevo año… Betty Jumbo atareada en la coordinación con las corresponsalías, la pirotecnia, los años viejos, los cierres en los feriados, los viajes…
El 2014 encuentra a EL COMERCIO más renovado, con más impulso para contar junto a sus lectores las historias que se tejen en todas partes, para acompañarlos siempre.
Anita Guerrero dice que puede hablar de un reto diario como reportera de la sección Quito: como periodista, madre de un niño de 3 años y medio, y mujer. Salir a las calles del Centro Histórico y enfrentarse -en ocasiones- a riesgos también le crean fortalezas para no tener miedo, para tener más sensibilidad.
La sección Quito y el Diario son una escuela de periodismo, y está segura de no ser una reportera de tacos sino de la calle. También es una escuela de vida porque un día le tocó decidir qué hacer con su niño a las 07:00 -sin nadie que lo cuidara- y con una cobertura que hacer. Esa mañana vistió a su hijo, lo abrigó y salió con él a realizar su tarea de periodista, sin descuidar su labor de ser una madre…