Las ventas y el consumo cayeron entre 2014 y 2015. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO
La contracción económica del país pasó factura al aparato productivo el año pasado, cuando un total de 9 251 empresas registraron pérdidas, es decir, 201 más respecto del 2014, según los datos de la Superintendencia de Compañías.
El número de empresas con saldos en rojo en sus estados financieros representó el 16% del total de firmas que entregaron balances a la ‘Súper’.
Las grandes empresas acusaron el mayor golpe por la recesión. En este segmento las pérdidas sumaron USD 604 millones, repartidas entre 505 compañías.
Las empresas de menor tamaño también sintieron los estragos de un año difícil. El vicepresidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha, Ricardo Flor, explica que la contracción económica ha sido fuerte en este sector desde el año pasado.
De las 9 251 empresas que registraron pérdidas el año pasado, un 82% corresponde a las microempresas y pequeños negocios. Este sector no muestra signos de mejoría para el presente año.
En una encuesta realizada a los socios de la Cámara, de 100 empresas consultadas, todas reportaron menos niveles de producción y ventas -entre el 20% y 80%- en los ocho primeros meses de este año frente a igual período del 2015.
Para mejorar los márgenes de ganancia, los empresarios se han enfocado en innovar y reducir costos en los procesos productivos, pero las menores ventas están afectando la liquidez de las compañías.
Por eso el sector empresarial planteó al Gobierno la eliminación del anticipo del Impuesto a la Renta, que no grava la utilidad o la renta de las compañías sino su operación. Aunque una firma pierda debe pagar ese tributo y eso le quita capital de trabajo, enfatizó Flor.
Paola Hidalgo, directora Subrogante del Servicio de Rentas Internas (SRI), explica la lógica de este tributo. “Las empresas utilizan servicios del Estado: alcantarillado, luz, etc., entonces tiene que existir un impuesto mínimo”.
Según los datos del SRI, el 65% de empresas paga un Impuesto a la Renta mayor al anticipo, es decir, de todas formas debe cancelar ese tributo. Y solo un 35% paga más por anticipo que por impuesto a la renta. Esto último será remediado con la reciente reforma tributaria que fue aprobada en la Asamblea y que aún espera la sanción del Ejecutivo.
Si bien la Asamblea no aceptó el pedido de las empresas de eliminar el anticipo, sí aprobó la devolución del pago en exceso. Hidalgo explicó que las devoluciones se harán previa revisión. “La empresa que pagó en exceso pagará como mínimo la tarifa efectiva promedio de los contribuyentes. Si esa firma está bajo ese promedio no le voy a devolver. Si está por encima, entonces sí”.
Pero en el escenario económico actual, el pago anticipado de impuestos significa menos liquidez para las empresas y una mayor carga impositiva.
La ley vigente dice que la tasa del Impuesto a la Renta es del 22%. Sin embargo, la Federación de Cámaras de Industrias del Ecuador sostiene que las empresas que pagan el impuesto mínimo terminan cancelando el 45% como tasa efectiva de Impuesto a la Renta.
Los que más perdieron
El sector que más pérdidas registró el año pasado fue el petrolero y minero. El factor determinante fue la baja en el precio del petróleo a escala internacional, explica Jorge Rosas, consultor petrolero.
Las compañías que se dedican a extraer petróleo tuvieron menos demanda por sus servicios y eso se reflejó en un menor número de taladros en los pozos. Por ejemplo, en julio del 2014 existían 40 taladros en operación y dos años más tarde cayó a siete taladros.
Actualmente el sector espera la firma de contratos de servicios con financiamiento para los campos petroleros Sacha y Cuyabeno, lo cual se traducirá en nuevas inversiones.
El segundo sector con mayores pérdidas el año pasado fue el comercial, donde el sector automotor es una pieza clave. La situación no ha cambiado este año, cuando las ventas en los siete primeros meses han caído 39% frente al mismo período del año anterior, según la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador.
Las pérdidas se deben a las menores ventas por las restricciones a las importaciones y el contexto económico.
Pero las pérdidas no siempre obedecen a una caída de ventas, sino a los mayores gastos de inversión, ya que se pagan intereses al banco y aumentan costos por depreciación. Jorge Mejía, gerente y socio fundador de Latamautos Corporación SA, firma que comercializa autos por Internet, aseguró que perdió USD
510 431 el 2015 por implementar el sitio web. Las pérdidas “estaban contempladas y son estratégicas”. Dice que las cifras negativas se proyectan revertir a finales del 2017.
Cifras:
Petróleo y minas
2015: 290 millones de dólares en pérdidas
2014: 135 millones de dólares en pérdidas
Manufactura
2015: 87 millones de dólares en pérdidas
2014: 104 millones de dólares en pérdidas
Comercio
2015: 193 millones de dólares en pérdidas
2014: 165 millones de dólares en pérdidas