La costumbre está tan generalizada que ya casi no sorprende. Cada vez que los conductores de vehículos de transporte público se ven involucrados en un accidente que deja víctimas fatales, heridos y/o cuantiosos daños materiales, la mejor solución que encuentran es huir antes de que los agentes de Tránsito o los miembros de la Policía Nacional lleguen al sitio para iniciar las investigaciones.
Y como si su ejemplo fuera digno de seguir, ahora también hay conductores particulares que hacen lo propio en circunstancias parecidas, incluso cuando su responsabilidad en el incidente es mínima o nula. Sucedió el pasado martes 13 en Tabacundo, cuando un choque entre tres vehículos causó lesiones a los tres conductores. Según versiones de los testigos presenciales, dos de ellos abandonaron el lugar pese a su comprometido estado físico, mientras que el tercero y más afectado tuvo que quedarse para recibir atención médica.
El hecho quedó registrado por las cámaras del servicio integrado ECU 911 que, cuando está disponible, es la mejor herramienta para determinar las causas de un accidente. Conviene saber que la Ley de Tránsito considera un agravante al abandono de la escena por parte de los implicados.