El ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez dijo hoy que está dispuesto a enfrentar un eventual juicio que presente el oficialismo, que acusa al líder opositor de estar detrás de una rebelión policial que el mandatario Rafael Correa denuncia como un intento de golpe de Estado.
“Voy a enfrentar ese juicio”, expresó Gutiérrez a la AFP a días del primer aniversario de la insubordinación de cientos de uniformados el 30 de setiembre de 2010, que dejó diez muertos y cerca de 300 heridos.
El ex gobernante (2005-2007) se mostró abierto a dar la cara a “ese y cualquier otro juicio que me imputen con respecto al 30-S” y sostuvo que es una “mentira” el intento de golpe de Estado y de asesinato contra Correa como el gobernante denuncia.
Hace dos semanas, el viceministro del Interior, Leonardo Berrezueta, dijo a la agencia pública Andes que el movimiento oficialista Alianza País considera iniciar un proceso judicial contra Gutiérrez, de quien se sospecha que estuvo detrás la sublevación policial.
“La organización política Alianza País está por ese camino”, manifestó Berrezueta y añadió que “como ministerio del Interior hacemos nuestro trabajo (para que se investigue la insubordinación), pero yo como simple ciudadano y jurisconsulto entiendo que una persona que hace una apología del delito debe responder”.
Berrezueta aludía a declaraciones de Gutiérrez en Miami (EE.UU.) días antes de la rebelión por reclamos salariales, que según Correa fue instigada por opositores como el ex gobernante mediante una estrategia de desinformación para propiciar su caída.
Según el viceministro, Gutiérrez afirmó entonces: “acabado Correa, terminado el problema o acabado el modelo” socialista que promueve en Ecuador.
“Tiene que responder, es una acusación muy grave. ¿Qué se intenta decir con eso?”, señaló Berrezueta.
Los insubordinados llegaron a retener a Correa en un hospital de la Policía, donde se refugió tras ser agredido cuando acudió a un regimiento de Quito para aplacar la protesta, según las Fuerzas Armadas.