El principal interés del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Panamá que el Congreso se disponía a aprobar hoy es la situación geográfica del país centroamericano, por cuyo canal pasan dos tercios del comercio con origen o destino a Estados Unidos.
“Lo más importante acerca de Panamá es su emplazamiento”, declaró la embajadora norteamericana ante el país latinoamericano, Phyllis Powers, en una reciente reunión con empresarios estadounidenses en Washington.
Estados Unidos exportó en 2010 poco más de 6 000 millones de dólares a Panamá e importó por tan sólo 379 millones de dólares, el mayor superávit comercial para las empresas norteamericanas en toda América Latina, según datos del Departamento de Comercio.
País con 3,5 millones de habitantes dedicado básicamente al sector de servicios, Panamá importa la mayor parte de sus necesidades en alimentos y productos manufacturados.
El 42,6% de las exportaciones panameñas fueron a parar a Estados Unidos el año pasado, y el 21% de sus importaciones provinieron de ese país.
La gran diferencia respecto a otras relaciones comerciales de Estados Unidos es el grado de inversión directa (IED) con Panamá.
Con 7 845 millones de dólares en 2009, las empresas estadounidenses representaron un tercio del total de IED del país centroamericano.
Como en el caso de Colombia, más del 90% de las exportaciones panameñas ya entran libres de aranceles en Estados Unidos, gracias a su estatuto de país en desarrollo y perteneciente a la Iniciativa de la Comunidad Caribeña.
El petróleo representa el 40% de las exportaciones estadounidenses al país centroamericano, y el 23% de las importaciones desde Panamá consisten en pescado y marisco.
El TLC fue firmado originalmente el 28 de junio de 2007. El Congreso panameño lo ratificó el 4 de julio, el estadounidense lo había bloqueado hasta la fecha.
Las perspectivas de aumento de comercio entre ambos países son demasiado pequeñas para ser contabilizadas oficialmente, pero estimaciones de la independiente Comisión de Comercio Internacional estadounidense prevén un incremento en las ventas agropecuarias y de vehículos.