El caso Restrepo moviliza a miembros de la Policía. Hasta el próximo lunes, tres oficiales deberán comparecer en la Fiscalía. Esto, porque familiares de Santiago y Andrés Restrepo, jóvenes desaparecidos el 8 de enero de 1988, señalaron a uniformados que tendrían que ver en este caso y que todavía están activos.
Hasta ayer, en la Policía no hubo pronunciamiento alguno, salvo el desmentido que el sábado realizara el ministro del Interior, José Serrano. En Twitter, el funcionario sostuvo que es falsa la supuesta salida del comandante de Policía, general Patricio Franco.
María Fernanda Restrepo, hermana de los jóvenes desaparecido, contó que dos de los oficiales que continúan en la entidad, llevaron un zapato para decir que “Santiago y Andrés murieron en un accidente de tránsito”.
23 años después de esos hechos, las investigaciones podrían centrarse en el cementerio de El Batán (norte de Quito), pues testigos dicen que los cuerpos de los Restrepo podrían estar allí.
La Fiscalía ordenó que a las 09:00 de este miércoles se reconozca el lugar. Además, que se revisen los libros de registro e ingreso de cadáveres en 1988, así como los osarios y los nichos.
Ayer, Cristhian Bahamonde, de la Comisión de Verdad, organismo que investigó casos de tortura desde el gobierno de León Febres Cordero, sostuvo que en los registros del cementerio de El Batán constan que en agosto de 1988 se entregaron tres cuerpos como N.N. (no identificados).
Y advirtió que -según esa base de datos del lugar- los cuerpos fueron entregados por órdenes de la Comandancia General de la Policía de la época. “Eso lo único que genera es una duda, una sospecha. Habrá que comprobarlo. Técnicamente parece ser una tarea tan o más complicada que rastrear la misma laguna de Yambo”.
La semana pasada, uno de los oficiales mencionados por los Restrepo se defendió en una entrevista, pero el ministro Serrano dio que esa declaración fue a título personal. “El oficial utilizó sus insignias, cargo y el uniforme”.