Tame y la empresa constructora de turbopropulsores ATR firmaron ayer un contrato de compra de tres nuevos aviones ATR 42-500 valorados en USD 54 millones.
Las aeronaves servirán para realizar vuelos económicos internos mediante el sistema llamado “tren lechero”. Este consiste en conectar varias ciudades en un solo vuelo. Los recorridos incluirán aeropuertos pequeños como el del Puyo, Santa Rosa, Tena, Latacunga, entre otras terminales.
Para realizar los vuelos, que empezarán en septiembre, se utilizarán los tres nuevos aviones más los otros nueve con los que ya cuenta la compañía aérea (su fabricación data entre 1998 y el 2006).
Según el general (r) Gustavo Cuesta, presidente de Tame, las nuevas aeronaves tienen características de ecoeficiencia y pueden volar en sitios con temperaturas calientes y en pistas cortas.
“Nuestro objetivo es ampliar la red nacional y llevar el servicio aéreo a zonas remotas. Los nuevos ATR son una alternativa adecuada para suplir las más de 10 horas que demora conectar una ciudad con otra, manejando un carro”.
La adquisición de los aviones se realizó durante la feria Le Bourget que se inauguró el pasado lunes en París y que se realiza desde hace 102 años. Este es un escenario para la presentación y compra de diferentes aeronaves.
Uno de los expositores presentes en la feria es ATR, que en los últimos años ha ingresado con fuerza al mercado de América Latina. Hoy existen 120 aeronaves de la firma en la región y 20 más se entregarán próximamente.
Filippo Bagnato, director ejecutivo de ATR, señaló que Latinoamérica tiene un mercado creciente, principalmente para aviones de 50 asientos, ya que se están creando redes de vuelo los países.
Como parte de estos procesos Tame decidió reinaugurar este lunes su ruta Quito-Manta-Quito, que se suspendió por decisión de la aerolínea a fines del 2009.
El proceso de renovación de la línea aérea nacional se produce en medio de la crisis de Ícaro, que pidió hace cuatro semanas la disolución de la empresa ante la Superintendencia de Compañías.
Ícaro tiene un único avión y de a poco la Dirección General de Aviación Civil comienza a retirarle las frecuencias de operación.
Por su parte, la compañía Air Cuenca fue suspendida por la autoridad de control para operar temporalmente, debido a que se comprobó que su única aeronave requería de mantenimiento.