Hace algunos días asistí a una interesante velada cultural en la cual uno de los invitados manifestaba ser marxista y cristiano al mismo tiempo. ¿Es eso posible? Veamos:
Carlos Marx dice: “El hombre es el ser supremo para el hombre”, “La lucha de clases es el motor de la historia”, “Los comunistas no predican ninguna moral”, “La religión es el opio de los pueblos”. Vladimir Lenin dice: “La base filosófica del marxismo es el materialismo dialéctico que es absolutamente ateo y resueltamente hostil a toda religión”. El marxismo leninismo afirma que “Todo es materia”, atribuyendo a esta universales poderes creadores.
En cambio, el cristianismo nos enseña que Dios, sujeto de la ciencia teológica y causa eficiente primera, es el único que crea sin tomar nada fuera de sí. El hombre fabrica, elabora, produce con lo ya existente creado por Dios. En cuanto a la moral, el cristianismo predica los más altos valores. El amor a Dios y al prójimo (sin exclusiones) es el mayor mandamiento del Decálogo. El hombre, creado por Dios, es un ser espiritual y trascendente, tiene sentimientos, valores y aspiraciones.
¡No se puede ser cristiano y marxista al mismo tiempo! El papa Francisco lo dijo: ¡“Nunca compartí la ideología marxista porque es falsa”!