El vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG), Luis Alberto Salvador, analiza la aplicación de la Resolución 116 del Comité de Comercio Exterior (Comex), vigente desde el mes anterior, que exige el cumplimiento de normas del Instituto Ecuatoriano de Normalización (Inen) para su ingreso al país. Según el ministro coordinador de la Producción, Richard Espinosa, la medida busca la supresión de importación en más de USD 800 millones.
La semana anterior, luego de la reunión que mantuvieron con el ministro de Industrias, Ramiro González, y Agustín Ortiz, director del Inen, se expuso que Ecuador era el ‘basurero del mundo’. ¿Los empresarios comercializan productos de mala calidad?
¿El Gobierno ha dejado que compremos y consumamos basura a pesar de que ellos sabían que no era lo correcto? Si el interés es salvaguardar al consumidor, con lo cual nosotros estamos de acuerdo, por qué al producto nacional se le da una prórroga de 18 meses para que apliquen las normas de calidad. Este no es un tema de uno, dos o tres ministros. Es una política de Estado. ¿Cuántos directores del Inen ha habido? ¿Por qué las han declarado de aplicación emergente?
El Gobierno se mantiene en que se consensuó con los empresarios
Las normas técnicas y los reglamentos tienen distinta vigencia y se establecen en distintos períodos, de acuerdo a las necesidades que establece una política de Estado. Normalmente se invitaban a unos comités técnicos, se conversaba con los involucrados en ese sector y se establecían los reglamentos técnicos. El Director del Inen habla de 92 laboratorios. Puede ser que esos laboratorios estén operando pero la pregunta es ¿cuántos de ellos están en la capacidad, listos técnicamente para hacerlo? Los 120 días que le seguimos pidiendo de plazo al Gobierno es para solucionar eso.
¿Entonces no fueron consultados para la aplicación de la Resolución 116?
No, de ninguna manera. El problema es que se establece una norma de exigencia inmediata cuando no está listo el país para eso. Los laboratorios no están acreditados en su totalidad.
El Gobierno indica que hay cosas irrisorias que se he importan, como helados y aguas. ¿Por qué la industria local no ha aprovechado estos nichos antes?
Eso pregúntele a los ministros. En el caso de Pingüino, hay helados que se producen localmente y otros de alta gama se producen afuera para completar su portafolio. El tema es la economía de escala. Por eso las fábricas se especializan en ese tipo de productos élite que cubren varios mercados. ¿Cuántos helados de alta gama se consumen acá? Probablemente no justifique el volumen para poder fabricarlos localmente y por eso no se lo ha hecho antes.
La Resolución 116 debería ser un impulso para la industria. ¿Ustedes lo ven así?
En la primera Feria Inversa que hicimos (2011), en ese entonces con la ministra Sión, logramos probabilidades de negocios de USD 70 a 80 millones en sustitución de importaciones de distintos fabricantes como la línea blanca, plásticos, el sector de embutidos… Pero ese es un proceso que requiere tiempo, inversión, desarrollo y calificación. Sí se han hecho esfuerzos, no es que los empresarios no hemos hecho nada.
¿Entonces las reglas del juego no están claras para los empresarios?
Mi pregunte es: ¿me van a cambiar las políticas tributarias? ¿Qué pasa si el precio del petróleo baja? ¿Seguirán reformando los reglamentos técnicos? ¿Seguirán restringiendo las importaciones de materias primas y bienes de capital? La incertidumbre se basa en que no hay una política de Estado, sino una situación coyuntural, al menos así lo vemos nosotros, que ha obligado al Gobierno a tomar esta medida.
¿Se refiere a la coyuntura del precio del petróleo?
Sí, que genera problemas serios en la balanza de pagos. Como no hay un incremento de las exportaciones, como no hay un incremento en la inversión extranjera, ¿qué me queda?: restringir las importaciones. ¿de qué?, de lo que importa el sector privado, no lo que importa el sector público.
Hoja de Vida
Desde el 2007 es vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Industrias de Guayaquil. Posee títulos en administración de negocios y alta dirección de empresas.