‘Misquilla’ profundiza en el objetivo de popularizar el pasillo en los jóvenes. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Hoy, 28 de de mayo, se lanza oficialmente el segundo disco de pasillos de Juan Fernando Velasco. ‘Misquilla’ presenta un concepto algo distinto a su antecesor. ‘Con toda el alma’ acercó a las nuevas generaciones a canciones imprescindibles del ritmo en ¾ con algunos duetos con voces de colegas ecuatorianos.
En esta ocasión, los 10 dúos de este disco están conformados por Velasco y artistas de diferentes procedencias como Gilberto Santa Rosa (Puerto Rico), Lila Downs (México), Andrés Cepeda (Colombia), Américo (Chile), India Martínez (España), José Luis Rodríguez (Venezuela), Noel Schajris (Argentina), Samo (México), Kany García (Puerto Rico) y Gaby Moreno (Guatemala).
Velasco ha confesado que es parte de una generación que no creció con pasillos. Su encuentro con este ritmo fue circunstancial, cuando se propuso componer uno. De ese ejercicio llegó Para que no me olvides, una de las canciones más sonadas de su primera producción como solista. Ahí se inicia una relación que cimentó los proyectos venideros.
“No necesariamente estoy buscando como artista involucrarme en el pasillo”, agrega el artista. “Lo mío es el pop”. Explica que esta línea pasillera viene de una responsabilidad, según él “histórica”, dada por el vínculo que se generó entre los más jóvenes y este género tradicional tras el éxito de ‘Con toda el alma’.
Pasaron cosas inéditas como que jovencitas llamaran a las radios a pedir la canción Ángel de luz de Juan Fernando Velasco. El intérprete del tema de Benigna Dávalos confiesa que esto le da vergüenza pero al mismo tiempo felicidad.
“Esas personas no hubieran tenido referencia de ese hermosísimo pasillo si no fuera por esta versión que grabé. No tienen en la mente la de los Benítez y Valencia. Más allá de la versión, lo que tienen en la cabeza es esta extraordinaria canción”, dice.
Otra parte del concepto de ‘Misquilla’ es que junto a ocho pasillos emblemáticos como Lamparilla, Despedida, Tú y yo o Invernal, están dos de novel composición. Uno, Tarde o temprano, pertenece a Cristian Mejía. Amor peregrino, por otro lado, es obra de Álex Alvear. Velasco considera que estos temas, los nuevos, postergan la vida del pasillo.
Ahora bien, Juan Fernando Velasco se ha caracterizado por ser cantautor. Si bien ha escrito pasillos como Dame un instante, en esta ocasión ha preferido no ser parte de los autores y dedicarse a la interpretación y producción.
“Me parecía muy arrogante de mi parte juntar ocho pasillos emblemáticos con una composición mía”, asegura, a la par que recuerda que autores como Mejía y Alvear sí merecen estar junto a nombres como el de Nicasio Safadi o Gerardo Guevara.
Dentro de la producción, otro factor clave es la inclusión de arreglos sinfónicos. Precisamente, Cristian Mejía fue el encargado de escribir las partituras de la orquesta. Juan Fernando asegura que lo que más le sobrecoge del proyecto, más allá de las voces, es precisamente la propuesta sinfónica del exlíder de La Grupa.