En sus archivos tiene recortes de periódicos de hace 15 años. Hernán Orbe las mira una y otra vez. Él es padre de Verónica Orbe, la mujer que desapareció el 24 de abril de 1996. El caso vuelve a escena, pues ayer el papá de la chica señaló que el 2 de mayo pasado, la Policía encontró osamentas.
Esto ocurrió cerca de El Madrigal, a 5 km de Monjas (este de Quito) y Orbe mostró documentos que -según él- muestran que los restos pertenecen a su hija.
Verónica tenía 22 años y estudiaba Economía en la Universidad Central. Fue vista por última vez en la puerta de la casa de su novio Stalin P., quien luego fue sobreseído por la justicia.
Hernán Orbe no perdía las esperanzas de encontrar a su hija, hasta que en las noticias vio que se habían encontrado restos, cuyo fémur tenía una placa de metal.
Ayer, él recordó que a Verónica le colocaron una cuando tuvo un accidente de tránsito, tres años antes de su desaparición.
Por ello, junto con su esposa, Yolanda Aguirre, decidieron ver el hallazgo en la morgue.
Llevó una radiografía de la pierna de Verónica y allí se la comparó con el fémur. Según Orbe y el informe presentado por Medicina Legal, la forma del fémur con la placa y la radiografía coincidieron.
Además de ello, se analizó la edad tentativa de los restos, la estatura del esqueleto y tiempo de muerte que también coincidieron con las de la joven. Lo que no estuvo igual fue la ropa con la que fue hallado el esqueleto.
Para estar seguros de que en verdad era la osamenta de Verónica, los padres debían realizar una prueba de ADN. El 5 de mayo se sometieron a ella y el resultado, según Orbe, es positivo en el 99,9%. El padre dice que ese resultado no lo tiene en sus manos, pero que lo vio en la Fiscalía. Ayer, en esa dependencia no se dieron detalles del tema. Hasta la tarde, la familia esperaba retirar los restos de la morgue.