En la Universidad Central realizarán pruebas de agresividad, de forma gratuita. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
La Ordenanza 048 de tenencia, protección y control de la fauna urbana en el Distrito Metropolitano establece la obligatoriedad de los propietarios para someter a sus mascotas a una prueba que determine el grado de agresividad. Este se reflejará en una placa de identificación.
La norma contempla, incluso, que previo a ello las mascotas deben ser registradas ante Urbanimal. Este registro (con un chip) se hará desde este año.
En ese marco, más de 30 veterinarios y estudiantes de la Carrera de Medicina Veterinaria se juntaron este lunes 11 de mayo para recibir un curso teórico y práctico sobre Pruebas de comportamiento en caninos. El curso, gratuito, se desarrolla en la Universidad Central del Ecuador y está a cargo de los veterinarios Santiago Prado y Jaime Grijalva.
Hoy, los asistentes observaron videos y reflexionaron. Un participante dijo “la culpa no es de los perros”. El veterinario Sidney Vallejo señaló que se debería someter a pruebas de comportamiento no solo a las mascotas sino a sus propietarios.
Grijalva les explicó que las pruebas de comportamiento son una especie de radiografía, que ayuda a diagnosticar. “Es material para que alguien interprete los resultados”. Les aclaró que con el test no se puede simplemente determinar si un perro debe o no ser eutanasiado, aunque apuntó que es diferente si hay un antecedente de mordeduras.
A los participantes del taller, Grijalva les indicó que deben aprender a educar sus ojos, ver cómo se comunican los perros. Mañana, martes, los cursantes tendrán una prueba práctica. Y el lunes 18 custodia, en Urbanimal y martes 19 de mayo realizarán pruebas de comportamiento animal gratuitas en la Facultad de Veterinaria, de la U. Central.
El 5 de marzo último, el Centro de Adiestramiento Canino realizó un examen de comportamiento a la perra pitbull Atena, que el pasado 28 de febrero atacó y mató a un niño de 2 años en San Isidro del Inca. El resultado determinó que la mascota, que vivía en una estrecha azotea, tenía un “altísimo grado de agresividad”.
Con ese reporte, la Agencia Metropolitana de Control del Municipio de Quito anunció que la pitbull sería sacrificada. La mascota se encuentra, bajo custodia, en Urbanimal, mientras se resuelve una apelación planteada por Protección Animal Ecuador (PAE).