Pasó más rápido de lo que nos esperábamos… el tiempo en que el petróleo llegó a precios inimaginables. Pero, claro, cuando hay mucho dinero hay que gastar a manos llenas, sin pensar en el ahorro y en el futuro.
A pesar de los precios altos del petróleo, este Gobierno, como los demás, no dejó de echar mano a los preciosos y sacrificados recursos de los afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que hemos ahorrado con gran esfuerzo durante muchos años, para que los gobiernos de turno, arbitrariamente y sin derecho a reclamo y reposición alguna, hayan malgastado y ahora como siempre, se nieguen a pagarlos. El pretexto y las leguleyadas son lo de menos.
Resulta muy cómodo, con las bravatas de siempre, perjudicarnos a los afiliados y jubilados del IESS, con la cantaleta de que ya malgasté y ahora no tengo cómo pagar. Eso era que lo piensen antes. Fácil es ahora que el IESS quiebre y que los perjudicados seamos los jubilados.