El 20% de los adolescentes latinoamericanos y caribeños, entre 12 a 18 años, varones y mujeres, no asiste a un establecimiento educativo, reveló un informe conjunto de la Cepal y Unicef.
“Prácticamente todos los niños de 11 años estudian en los países de América Latina, pero a los 17 años la mitad ya ha abandonado el sistema y solo uno de cada tres completa la secundaria sin rezago”, dice el documento ‘Adolescentes. Derecho a la educación y bienestar futuro’. Allí se analizan encuestas de hogares y estudios especiales sobre educación, empleo, uso del tiempo y salud.
El abandono temprano y la repitencia -dos de los principales desafíos de los sistemas educativos latinoamericanos– se concentran en los estratos de menores ingresos, en la población indígena y afrodescendiente y en las áreas rurales.
Solo uno de cada cinco jóvenes del quintil de menores ingresos completa la enseñanza secundaria, mientras que en el grupo más rico lo logran cuatro de cada cinco.
Los adolescentes varones tienden a una inserción temprana en el mercado laboral (casi una quinta parte abandona por falta de interés en el sistema educativo).
Las adolescentes también dejan la escuela por falta de motivación -aunque en menor proporción- y/o para hacerse cargo del trabajo doméstico no remunerado y de labores de cuidado (incluyendo su propia maternidad temprana).
“Los adolescentes son y serán protagonistas de las grandes transformaciones sociales y económicas que se espera ocurran en las próximas décadas en la región, y para ello necesitan ejercer sus derechos de manera plena y sin ningún tipo de discriminación”. Esto se plantean en el preámbulo del documento y lo hacen Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, y Bernt Aasen, director de la Oficina Regional de Unicef para América Latina y el Caribe.