El congresista colombiano Guillermo Rivera pidió ayer, 7 de mayo, al candidato presidencial opositor Óscar Iván Zuluaga que renuncie a su postulación si se establece que estaba enterado del presunto espionaje de uno de los miembros de su campaña para sabotear el proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC.
El caso quedó al descubierto el martes, cuando la Fiscalía General detuvo a un hombre en un centro de informática de Bogotá desde donde interceptaba cuentas de correo electrónico estrechamente vinculadas con las negociaciones de paz, según las primeras investigaciones.
“Lo que se denunció es muy grave y ya la persona capturada dijo que iba a colaborar con la Justicia. Si él revela que hubo premeditación para sabotear el proceso de paz, esa campaña es inviable ética y jurídicamente; entonces que (Zuluaga) se comprometa a renunciar si eso se comprueba”, dijo Rivera, representante a la Cámara por el Partido Liberal, de la coalición de gobierno.
Según el fiscal general, Eduardo Montealegre, las pesquisas iniciales a nueve computadoras y cinco discos duros indican que Andrés Sepúlveda, el sujeto detenido, obtenía información para sabotear las negociaciones que protagonizan el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde 2012 en Cuba.
Montealegre dijo que se ha logrado establecer que el “hacker” espiaba las cuentas de correo del jefe de prensa de las FARC en La Habana, de dos periodistas cubanos que cubren el proceso y un correo electrónico del gobierno colombiano, además dijo que habría logrado penetrar cuentas de correo del presidente Juan Manuel Santos.
El escándalo por este hecho aumentó cuando Zuluaga, candidato presidencial del partido de derecha radical Centro Democrático, admitió que Sepúlveda y la esposa de éste trabajan en su campaña en el manejo de redes sociales.
Zuluaga, que sigue las orientaciones del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), el principal líder de la oposición y férreo crítico de las negociaciones con las FARC, manifestó que no tiene nada que ver en el caso y que no puede responder por las actuaciones de miembros de su campaña.
Montealegre indicó además que Sepúlveda se dedicaba a obtener información de forma ilegal “para venderla en el mercado negro (clandestino)“, debido a intereses ideológicos y económicos, aunque aún no se han encontrado hechos que comprometan a la campaña de Zuluaga. Al respecto, el director del noticiero de televisión Noticias RCN, Rodrigo Pardo, dijo que el asesor espiritual de la campaña de Zuluaga, Luis Hoyos, llegó a las instalaciones del medio de comunicación en Bogotá el pasado 8 de abril en compañía de Sepúlveda para hacer una denuncia sobre supuestas presiones de las FARC.
Pardo señaló que el ex embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos “pidió una cita (sin identificar al ‘hacker’) porque tenía información delicada sobre cómo las FARC amenazaban a quienes no votaran por Santos y su reelección”, información que se descartó por “no ser sólida”.
Ante el señalamiento, Hoyos explicó que acudió al noticiero “para que ellos evaluaran” las denuncias.
Daniel Quintero, miembro del Consejo Nacional de Paz, que respalda una solución política y no militar al conflicto armado, rechazó el espionaje y dijo que Zuluaga es “una amenaza” para las negociaciones.
Sepúlveda, que según su abogado trabajó en la campaña presidencial del jefe de Estado mexicano, Enrique Peña Nieto, afronta cargos por violación ilícita de comunicaciones, uso de software malicioso e interceptación de datos informáticos.
Podría ser condenado a penas de hasta 18 años de prisión por el delito de espionaje. La revista “Semana” que en varias ocasiones, el sindicado comentó entre sus amigos que, de revelar la información en su poder, podía “terminar con el proceso” de paz. “(Sepúlveda) decía ser uno de los que estaban a la sombra en un grupo político: ‘en una campaña están los que figuran y los que están detrás. Yo soy uno de los últimos'”, cito la publicación en Internet.
El presidente Santos, que en los comicios del próximo 25 de mayo aspira a la reelección, afirmó que los responsables del espionaje para sabotear el proceso de paz deben “pudrirse en la cárcel”. Santos le pidió el martes a la Fiscalía que llegue “al fondo del asunto”, que catalogó de “muy grave”.