La tendencia al alza de nuevos casos de ébola se ha vuelto a constatar en los últimos días, cuando se han contabilizado 303 nuevas infecciones, según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La semana pasada, la OMS confirmó 124 casos, 25 contagios más que la semana anterior.
Del 3 al 7 de febrero, se notificaron 303 casos -confirmados, probables y sospechosos-, de los cuales 54 casos fueron detectados en Guinea, 136 en Liberia y 113 en Sierra Leona.
Con respecto a los muertes causadas por el virus, del 3 al 7 de febrero se contabilizaron 148 muertos: 33 en Guinea; 80 en Liberia; y 35 en Sierra Leona.
El registro total de casos desde que comenzó la epidemia se sitúa en 22 828, de los cuales 9 152 concluyeron con la muerte de los afectados.
La ONU advirtió la semana pasada que a pesar de los signos de esperanza expresado a principios de año a causa de una disminución de los casos, la epidemia sigue activa y por lo tanto representa todavía una seria amenaza.
Cerca del 97% de los niños que perdieron uno o dos padres en la epidemia de ébola en África Occidental encontraron una familia de acogida, tras un periodo de aislamiento debido a su estigmatización, anunció Unicef.
La epidemia iniciada en diciembre de 2013 dejó unos 13 000 huérfanos de padre o madre en Guinea, Liberia y Sierra Leona, y 4 000 niños perdieron a sus dos progenitores, según la agencia de Naciones Unidas para la infancia. La inmensa mayoría fue acogida por su familia extensa, como suele ocurrir en las sociedades africanas.