Un aficionado sueco murió este domingo, 30 de marzo, por daños en la cabeza tras los incidentes violentos desencadenados antes de un partido de fútbol de la primera división en Helsingborg, en el sur del país.
“Fue herido en la cabeza. La gente puede infiltrarse en las multitudes y desencadenar incidentes violentos”, señaló la portavoz de la policía, Ewa-Gun Westford, a la AFP .
El hombre, de 44 años, fue trasladado a un hospital con heridas graves en la cabeza, treinta minutos antes del partido entre el Djurgaarden y el Helsingborg. Murió poco después del inicio del encuentro.
“Hemos hecho mucho para hacer que los estadios sean más seguros (…) pero todavía nos queda mucho por hacer. Es un día negro para el fútbol sueco”, declaró la ministra de Deportes de Suecia, Lena Adelsohn Liljeroth.
Después de 40 minutos de juego, los aficionados del Djurgaarden comenzaron a gritar “¡Asesino, asesino!” e invadieron el terreno de juego, forzando al árbitro a detener el partido.