Un informe realizado por un equipo de inteligencia de los aliados contiene información que supuestamente prueba la adicción de Adolf Hitler a las metanfetaminas y otros fármacos. Foto: Archivo EL COMERCIO
Adolf Hitler se reunió con Benito Mussolini en el verano de 1943 y durante este encuentro no paró de hablar por prácticamente dos horas. Antes de la cita el Führer había ingerido metanfetaminas.
Así lo afirma el coleccionista e historiador Bill Panagopoulos, quien basa estos datos en un informe del final de la Segunda Guerra Mundial que encontró y que fue realizado por un equipo de la inteligencia aliada. Así lo registra una publicación del Daily Express.
Los detalles completos de dicho documento se darán a conocer el 19 de octubre de 2014 en un programa especial, titulado ‘Hitler’s Hidden Drug Habit’, de la cadena británica Channel 4.
Este reporte se sustenta, parcialmente, en registros de entrevistas realizadas a uno de los médicos del dictador, el Dr. Theodore Morell. Éste le prescribía a Hitler un sinnúmero de pastillas, entre ellas Pervitin, que contiene metanfetaminas en cristal.
El dictador tomaba en total cerca de 74 diferentes tipos de fármacos, según asegura Panagopoulos que consta en el informe. Además de las drogas ya mencionadas se le administraba también Brom-Nervacit, un sedante del sistema nervioso central; Eukodal, que contiene morfina, y semen de toro para elevar los niveles de testosterona.
En el reporte- de 47 páginas- elaborado por oficiales estadounidenses de inteligencia, consta también que se inyectó la droga hasta en nueve ocasiones mientras estuvo en el búnker de Berlín, en sus últimos días de vida.
La metanfetamina, según el portal del National Institute on Drug Abuse, es un estimulante sumamente adictivo que tiene efectos en el sistema nervioso central. Quienes la consumen llegan alcanzan un estado de energía y alerta máxima. Este compuesto puede provocar agitación, paranoia, agresividad, pérdida de memoria y en casos extremos dañar el corazón y el cerebro.
En los documentos encontrados por Panagopoulos figuran además, ciertos datos interesantes sobre Hitler que desmienten dos mitos creados en torno a su vida. El primero hace referencia al hecho de que tenía solo un testículo y el segundo a su supuesta homosexualidad.
De esta manera, en el reporte se detalla información que indica que el líder nazi no presentaba ninguna anormalidad física en sus genitales y que no se aseguró de acabar con las 150 personas que descubrieron su ‘verdadera sexualidad’.