Volvo Cars continúa con su apuesta por carreteras totalmente seguras para el 2020. La firma dedica todos sus esfuerzos para desarrollar los sistemas de seguridad más avanzados y más efectivos y así lograr que ninguna persona fallezca o salga herida en un accidente de tránsito.
Para lograr su objetivo, la marca construyó el primer campo de pruebas a gran escala en el planeta, denominado AstaZero (Active Safety Test Area). Este ‘laboratorio’ fue desarrollado sobre 2 millones de metros cuadros de terreno, en las cercanías de la sede de Volvo al oeste de Suecia.
Según reveló la casa automovilística, este espacio cuenta con una superficie pavimentada de 250 000 metros cuadrados, a manera de pista, para realizar todas las pruebas respectivas de sus sistemas de seguridad.
La facilidad con la que se puede modificar esta ‘ciudad’ es inmensa. Esta es la mayor ventaja para que los expertos de la marca puedan realizar todo tipo de análisis. Dependiendo del mecanismo de seguridad que se esté probando, los encargados pueden emular cualquier situación de tráfico imaginable.
En AstaZero se puede replicar centros urbanos con carreteras de primer orden, secundarias o autopistas. También se pueden realizar estudios con diversos obstáculos como: peatones, autos, motocicletas, camiones, autobuses o incluso animales, que se han convertido en una de las causas principales para que se produzcan accidentes en las carreteras escandinavas.
Dentro de estas instalaciones de Volvo se encuentra también una autopista de 5,7 kilómetros de extensión. Allí se dispone de cuatro áreas con distintas temáticas y usos prácticos.
La primera es una zona urbana que contiene nueve manzanas residenciales. Allí se pueden encontrar todo tipo de cruces, redondeles o señales de tráfico. Este proyecto es tan importante que inclusive la construcción de viviendas y edificios se realizó de forma realista.
El segundo sector está conformado por carreteras secundarias en un entorno rural. En ese sitio también se colocaron intersecciones en las que se ponen a prueba las reacciones del vehículo ante la aparición de obstáculos, animales o personas.
El tercer sector incorpora una zona de carretera con varios carriles. Aquí se prueban los cambios de carril, posibles acciones de colisión y cruce. Esta parte del trayecto se une a la última zona.
Esta área está ubicada en el centro de las instalaciones y posee dos vías de aceleración de 1 kilómetro donde se pone a prueba la dinámica del vehículo a altas velocidades.
AstaZero fue establecido por Volvo Cars como su gran ‘laboratorio’, en donde se realizarán todas las investigaciones y desarrollos de las nuevas tecnologías de seguridad.
También se plantea perfeccionar allí la conducción autónoma, todo esto con el objetivo de evitar accidentes gracias a los sistemas más avanzados, como son los controles de fatiga o del nivel de atención en el conductor.
Por el momento, una persona toma el control de los vehículos en las pruebas con pocos riesgos, mientras que para emular situaciones de peligro, tráfico o altas velocidades se utilizan robots. Este es solo el inicio de una nueva era de seguridad y tecnología vehicular.
Fuente: www.elmundo.es