Según el FMI en su informe último, concluye que la economía del Ecuador es saludable, un crecimiento sostenido, el endeudamiento es razonable, el gasto dentro de los parámetros, no observa situaciones críticas y viene acompañada con algunas recomendaciones de tipo general, crear provisiones para épocas de “vacas flacas”. Cierta oposición tenaz e implacable dice: endeudamiento agresivo llegando a niveles críticos, no se observa inversión, gasto burocrático incontrolable y el país con alto riesgo.
En esos mismos días, en una empresa domiciliada en el Ecuador que presto mis servicios eventualmente, solicitaba un crédito para un proyecto hidroeléctrico en un banco europeo. Llega un dato “fresquito”, el Ecuador al borde de la bancarrota, solución, la carpeta al “cesto de la basura”. Amigo lector: el poder de la desinformación es inmensa, saque sus propias conclusiones.