El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el pasado viernes una resolución que impone nuevas sanciones y endurece las ya existentes a la República Democrática Popular de Corea, tras el nuevo ensayo nuclear realizado por ese país el 25 de mayo.
El texto, aprobado unánimemente luego de dos semanas de negociación, impone un embargo total a las exportaciones de armas norcoreanas y prohíbe casi todas las importaciones de armamento.
Del mismo modo, la resolución 1874 autoriza a los Estados miembros de la ONU a inspeccionar los cargamentos de y hacia Corea del Norte sospechosos de transportar por cualquiera de los bienes vedados.
El documento también dispone la incautación y destrucción de todo material que contravenga las disposiciones del Consejo de Seguridad y que sea encontrado en esas inspecciones.
La resolución apela al Capítulo VII –invocado en casos considerados amenazas a la paz y la seguridad internacionales– condena enérgicamente el más reciente ensayo nuclear y estipula que Corea del Norte no debe realizar más pruebas ni lanzamientos que utilicen tecnología de misiles balísticos.
El documento declara que el Gobierno norcoreano debe cesar inmediatamente todas sus actividades nucleares, además de abandonar de manera total, irreversible y comprobable su programa balístico.
Asimismo, el texto llama a los Estados miembros de la ONU a evitar las transferencias financieras o de otros activos que puedan apoyar el programa nuclear de Corea del Norte.