Teherán. AFP y ANSA
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El Régimen iraní acentuó ayer la presión sobre los partidarios del opositor Mir Hosein Musavi. Además, continuó con sus acusaciones contra Occidente, al afirmar que la CIA estadounidense estaba implicada en las manifestaciones contra la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad.
Sobre el terreno, según varios testigos, la fuerte presencia policial hizo que cientos de personas que visiblemente tenían la intención de manifestarse en las inmediaciones del Parlamento de Teherán desistieran y se contentaran con deambular por las aceras sin lanzar consignas.
La Policía terminó, no obstante, por lanzar una embestida contra esos transeúntes, que se dispersaron en las calles vecinas, precisó ulteriormente un testigo. Esta fuente afirmó haber oído detonaciones, sin poder indicar el origen, y añadió que varias personas fueron detenidas.
La CNN abonó aún más la versión de la violencia. “Sangre por doquier” fue la frase utilizada por la cadena estadounidense para definir los choques de ayer entre manifestantes opositores y las fuerzas del orden en Teherán.
CNN no informó de víctimas mortales, pero aclaró que muchos manifestantes “fueron golpeados como animales”, que fueron “obligados a confesar” y que las comunicaciones con el llamado ‘movimiento twitter’ son más difíciles respecto de días pasados.
Desde el lunes no ha habido manifestaciones en la capital iraní. A partir del 13 de junio, cuando se anunció la reelección del ultraconservador Ahmadinejad, y hasta ese día, las calles habían sido tomadas casi a diario por un movimiento de protesta popular sin precedentes desde la revolución de 1979. Según varias fuentes, por lo menos 17 personas han muerto en la capital iraní desde el inicio de los disturbios.
En respuesta a las movilizaciones, el guía supremo Alí Jamenei, máxima autoridad de la República Islámica, reiteró que el poder no cedería a la presión de la calle.
“Con motivo de los recientes incidentes relacionados con la elección, insistí y seguiré insistiendo (en la necesidad) de aplicar la Ley. Ni el sistema ni el pueblo cederán por la fuerza”, soltó Jamenei.
Las declaraciones del guía supremo están en la línea de su discurso de la semana pasada, en el cual defendió la legitimidad de la reelección de Ahmadinejad en los comicios del 12 de junio y exigió el fin de las protestas.
En forma paralela, las autoridades mantuvieron la presión sobre el bando de Musavi con la detención de unos 25 periodistas y empleados del diario Kalemeh Sabz, fundado para apoyar su campaña electoral y luego prohibido.
“Hay unos cinco o seis miembros del personal administrativo y el resto es de periodistas. Fueron detenidos el lunes”, declaró Alireza Beheshti, uno de los redactores jefes del periódico. La Policía anunció haber efectuado una redada en la “sede de campaña de uno de los candidatos”, según la agencia Irna. Se trata del diario de Musavi, aseguró Beheshti.
En el marco de la represión en Teherán, la Unión Europea (UE) pidió al Régimen de Irán moderación y retirar sus acusaciones contra Reino Unido por injerencia en los asuntos internos del país. Las acusaciones de que la UE o países miembros individuales se inmiscuyeron en las elecciones iraníes son “infundadas e inaceptables”, informó la Presidencia del Consejo Europeo en Bruselas.