Redacción Política
El Consejo Nacional Electoral (CNE) pasó con las justas el examen que la misión de observadores electorales de la Unión Europea le hizo por su trabajo en las últimas elecciones del 26 de abril.
En efecto, ayer, en una rueda de prensa realizada en el hemiciclo de la Flacso, que fue seguida por una serie de foros sobre el proceso electoral, el jefe de la misión, José Ribeiro e Castro, presentó el informe final de los observadores. Si bien el resultado dice que no hubo fraude y que el polémico centro de cómputo de contingencia del que se dijo que era clandestino estaba perfectamente previsto, también se hicieron recomendaciones que sonaron a tirones de oreja.
Un mensaje a Correa
Al inicio de la rueda de prensa, José Ribeiro e Castro hizo una clara alusión a las críticas que hace poco hizo el presidente Correa a la presencia de observadores europeos.
Sin abandonar su tono pausado y diplomático, dijo que la presencia de los observadores europeos se debía a una invitación del Ecuador y que todos los gastos los paga la UE.
También dijo que el Ecuador está invitado a hacer las observaciones que quiera en elecciones europeas, con el único requisito de que pague el operativo completo.
Fue evidente que Ribeiro e Castro se refería a las durísimas expresiones de Correa.Por ejemplo, se afirma que el CNE no fue capaz de controlar el uso de recursos del Estado en campaña, tal como lo ordena la Constitución y que aquello afectó al fundamental principio de la equidad. “Sería extraño que no señaláramos que no hubo equidad”, dijo Ribeiro e Castro, quien mencionó el hecho de que los funcionarios, abusando de sus cargos, hicieron campaña a favor de la tendencia oficial.
El informe también hizo varias recomendaciones más, que apuntan a hechos que han sido detectados como negativos. En ese sentido, por ejemplo, dijo que fue negativo que las competencias del CNE y del Contencioso Electoral no estuvieran bien delimitadas. A la postre, dijo, ninguno de los dos organismos fue eficiente para aplicar sanciones administrativas a quienes infringían la Ley de Elecciones.
Según el informe, el proceso fue excesivamente complejo, lo que significó que se produjeron normales pero abundantes errores humanos involuntarios. Esa complejidad, dijo, se evidencia en cosas como el sistema de votación, quizá único en el mundo, donde se puede votar por listas o entre listas. Esto, dijo Ribeiro e Castro, hizo que el procesamiento de datos se demorara tanto.
“Es un poquito raro que hasta ahora no tengamos la distribución de escaños”, dijo el jefe de la misión.
Pero no solo el CNE recibió recomendaciones. Los medios de comunicación, privados y del Gobierno también recibieron un tirón de orejas. “Los medios deberían hacer un mayor esfuerzo de imparcialidad”, dijo el enviado portugués. “Un medio es medio y no debe ser un contendor. Un medio debe ser un intermediario, un foro, una arena”, agregó al criticar lo que llamó una “excesiva polarización” de los medios.
Al hablar sobre la forma en que actuaron los medios que están en manos del Gobierno, dijo diplomáticamente que la Unión Europea está dispuesta a dar la asesoría que fuera necesaria porque en Europa los medios públicos son un éxito. “Ahí está la BBC”, dijo.
En cuanto al conteo y al anuncio de los resultados preliminares, el informe final de los observadores europeos lo evaluó negativamente, debido a deficiencias de procedimientos, a plazos poco realistas y los incidentes de violencia en Manabí y otras provincias
Otra recomendación fue la de aumentar el número de votantes por cada junta electoral, para así disminuir el número de estas.