Santiago, AFP
Marcelo Bielsa, el técnico argentino de la selección chilena que está a un paso de clasificar al Mundial de Sudáfrica 2010 se ha consagrado como gurú en Chile, un país que está rendido a sus pies y que escucha atentamente sus reflexiones sobre el éxito y el fracaso.
Bielsa viste cotidianamente buzo y zapatillas. Compra las verduras en el mercado ubicado a pasos de la villa deportiva donde entrena la selección y que además es su casa desde hace dos años, cuando se hizo cargo de una selección que cargaba con el peso de rotundos fracasos e indisciplina.
El entrenador maneja un automóvil común y corriente, muy diferente a los enormes 4×4 o descapotables de los jugadores, una muestra de austeridad y modestia que lo lleva constantemente a restarse mérito sobre el gran momento que vive la ‘Roja’, encumbrada al segundo puesto de la tabla de posiciones de las eliminatorias sudamericanas con 26 puntos.
“Dicen que yo modifiqué una realidad del fútbol chileno (…) eso no es cierto. Nadie estimula condiciones que no existen y nadie activa potenciales que el ser humano no tiene”, dijo Bielsa ante una multitud que lo recibió de pie y lo escuchó atentamente en un seminario empresarial la tarde del jueves en Santiago.
Los casi 1.200 asistentes que colmaron un salón de un lujoso hotel pagaron hasta 550 dólares sólo para escuchar la charla del entrenador, apodado el ‘Loco’, que no cobró por realizarla.
La convocatoria comprueba que Bielsa es el hombre del momento en Chile, donde está convertido muy a su pesar en todo un gurú y una figura publicitaria codiciada, como sinónimo de éxito y un metódico trabajo.
Varios spot televisivos hacen alusión directa a su figura y la forma cómo dio vuelta una extensa historia de fracasos deportivos. Bajo sus órdenes, Chile ha conseguido triunfos nunca antes alcanzados, como vencer a Argentina en una eliminatoria o derrocar en casa a Paraguay.
Los medios de prensa y ex jugadores editorializan sobre los 25.000 partidos que reconoció haber visto y los 28 planteamientos diferentes de juego que ha detectado, como muestra de su metódico trabajo.
La adhesión a Bielsa es transversal. En el medio deportivo casi no genera críticas, tiene un fans club oficial e incluso un grupo en la red social de Facebook que pide se postule a la presidencia de Chile.
Los 1,5 millones de dólares de sueldo que recibe al año -que lo convierten en el técnico mejor pagado de Sudamérica- tampoco levantan críticas y parecen ser la mejor inversión que el fútbol chileno ha hecho.
La selección chilena es la que más recauda por partido. De hecho los boletos para su próximo duelo ante Venezuela el 5 de septiembre se agotaron con anticipación, logrando una recaudación histórica de 1,5 millones de dólares.
Pero pese a la efervescencia, Bielsa mantiene su modestia y le ha pedido a sus jugadores no caer en triunfalismos.
“Circunstancialmente me toca liderar un proceso que, en este segmento de su desarrollo, está aprobado (…) Soy especialista en fracasos y sé perfectamente que las adhesiones se pierden cuando se acaba el éxito. Por eso no deberíamos transmitir lo circunstancialmente exitoso, sino los valores”, invocó en el seminario.
“Para mí, la confianza es un sinónimo de relajación. Yo prefiero el miedo, porque te obliga a estar atento”, agregó.
Promotor del juego ofensivo y de utilizar íntegramente la cancha para el ataque, Bielsa reconoció privilegiar los afectos como factor importante en la conquista de triunfos, algo que contrasta con la fría imagen que proyecta.
“No me quieras porque gané, necesito que me quieras para ganar. Tengo muy claro que uno tiene que querer sinceramente a quien conduce, y si no lo quiere naturalmente, tiene que aprender a quererlo”, puntualizó.
Chile jugará contra Venezuela en Santiago el próximo 5 de septiembre. Cuatro días después debe medirse ante Brasil en Salvador de Bahía.