Redacción Negocios
El Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), que en la actualidad grava con el 1% los envíos de dinero al exterior, tiene un cercano predecesor. Se trata del Impuesto a la Circulación de Capitales (ICC), que entró en vigencia el 1 de enero de 1999, como parte de la Ley de Reordenamiento Económico y fue derogado el 1 de enero de 2001.
El impuesto gravaba las transacciones financieras de débito, crédito y transferencias, efectuadas dentro del país y también al exterior. Durante 1999, el impuesto fue del 1% y bajó al 0,8% en el trascurso del año 2000.
Fue un impuesto temporal que difiere del actual ISD en que su ámbito era mucho más amplio, según el consultor tributario Mauricio García. “El ICC tenía un espíritu recaudador”, recuerda, “mientras que el Impuesto a la Salida de Divisas busca evitar que la liquidez salga del país”.
El experto tributario Jorge Ayala explica que los países suelen aplicar el ICC de manera temporal, para solucionar problemas de la caja fiscal y, a finales de los noventa, los problemas financieros del Estado eran severos.
En 1999, el Servicio de Rentas Internas recaudó USD 481 millones por concepto de ese impuesto, mientras que por el Impuesto a la Renta la administración tributaria recibió solamente USD 112 millones. En tanto, en 2000, el ICC representó un ingreso de USD 322 millones.
Pero el alivio fiscal colaboró, por otro lado, al deterioro de la banca. El analista financiero Rodrigo Espinosa asegura que el ICC fue uno de los causantes de la crisis de 1999, pues los usuarios prefirieron prescindir de la intermediación financiera para no pagar el impuesto. “Eso afectó a los depósitos y, a la larga, a la liquidez”.
Ese fue el motivo por el cual el Congreso Nacional derogó ese gravamen dos años después de que entró en vigencia.
Ayala advierte que ese tipo de impuestos debe ser temporal, debido a que solucionan las crisis fiscales pero causan otros efectos graves en la economía.
El experto considera que el Impuesto a la Salida de Divisas es distinto porque tiene un campo de acción más reducido. Sin embargo, también pudiera tener efectos en la economía si no se lo aplica de manera temporal.
El ISD fue creado en 2008 en la Ley Reformatoria para la Equidad Tributaria, con un gravamen del 0,5% a todos los capitales que salgan del país, por la vía financiera o por otros medios.
A finales de 2008, ese tributo se incrementó al 1% y ahora el Gobierno se propone, a través de la nueva Reforma Tributaria, incrementarlo al 2%. En la presentación del proyecto de Ley, el presidente de la República, Rafael Correa, explicó que el impuesto se duplicará porque, a pesar del gravamen que está vigente, siguen saliendo los recursos del país.
Espinosa advierte que, así como el ICC afectó a la banca nacional , el ISD actual tendrá efectos en la inversión y en la balanza de pagos, sobre todo en los pagos por las importaciones.
Por su parte, Ayala explica que, en otros países, este impuesto ha tenido porcentajes más bajos (por debajo del 1%) y se ha destinado a penalizar a los “capitales golondrina”, es decir que no permanecen de manera estable en un país.
Con la duplicación del tributo, el Ministerio de Finanzas espera una recaudación adicional de USD 110 millones.
Vigente
El Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) rige para todas las operaciones y transacciones monetarias que se envíen al exterior, con la intermediación o no del sector financiero. El gravamen actual es del 1%. Antes fue de 0,5%.
Según la normativa en vigencia desde diciembre de 2008, el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) grava absolutamente todos los depósitos de dinero efectuados al exterior, sin distinción de monto, incluidas las importaciones.
En la actualidad, las entidades y organismos del Estado y empresas públicas deben pagar el Impuesto a la Salida de Divisas, así como los organismos internacionales, misiones diplomáticas y sus funcionarios.
Propuesta
El nuevo proyecto de Ley de Reforma tributaria que elaboró el Régimen y actualmente está en análisis en la Asamblea Nacional, propone incrementar el Impuesto a la Salida de Divisas al 2%, para evitar la fuga de capitales.
El proyecto de Reforma Tributaria plantea una exención para los depósitos de USD 500 o de montos inferiores. Con esto se busca beneficiar a los ecuatorianos que estudian en el exterior y necesitan esos envíos de sus padres.
El cambio que propone la Reforma Tributaria es que todas las instituciones públicas, los organismos internacionales, las delegaciones diplomáticas, consulares y sus funcionarios estén exentos del pago de este gravamen.