En el rodaje del filme ‘Arcilla indócil’, su director Carlos Pérez Agusti tuvo que hacer las veces de camarógrafo, guionista, editor… En realidad esa película, que fue el primer largometraje de ficción hecho en Cuenca, se filmó en secuencia, pues la única edición posible fue usando los botones de pausa de la cámara de VHS que se empleó.
“Mi sexto filme
será el primero con condiciones favorables”
Carlos Pérez A., cineastaNo hubo micrófonos, maquillaje, vestuario ni iluminación… Sin embargo la historia, basada en la obra homónima de Arturo Montesinos, es un referente del cine cuencano. Para finales de este año, el director tiene planeado estrenar su sexto filme titulado ‘Migrante’. “El primero producido con condiciones técnicas favorables”, dice.
Antes su lógica fue usar lo que tenía a disposición. Así fue desde 1966 cuando llegó a la capital azuaya para enseñar literatura en la Universidad de Cuenca. En esos años era un joven recién graduado en Pedagogía y con estudios en la Escuela de Producción de Cine de Oviedo (España).
Este último fue el atributo que llamó la atención de Alejandro Serrano Aguilar, entonces decano de la Facultad de Filosofía, para contratarlo. A su arribo hizo comprar un cámara de 16 milímetros y fundó el Taller de Cine Universidad de Cuenca, pero lo altos costos de producción acabaron por frenar la iniciativa.
En 1980 obtuvieron cámaras de formato VHS. Para 1981 el cine cuencano ya tenía ‘Arcilla indócil’, y a partir de eso la producción se volvió más constante. Pérez no se limitó a seis películas, sino que también dirigió la Escuela de Cine y Audiovisuales de la Universidad de Cuenca, que tuvo tres promociones. Pero sobre todo, dice Loli Parra -una de las actrices de ‘Arcilla indócil’- fue la semilla para que los jóvenes cuencanos se interesen en hacer cine y en observarlo. Red. Cuenca