Los Ángeles. AFP
Más de dos meses después de la muerte de Michael Jackson, el músico debía ser despedido por familiares y amigos que acompañarían su féretro en el mausoleo del cementerio Forest Lawn de Glendale, suburbio de Los Angeles, bajo fuertes medidas de seguridad.
Los gastos del funeral
Margaret Lodise, la abogada que representa los intereses financieros de los tres huérfanos de Jackson, dijo que no se oponía a que se pague el funeral con el dinero de ese fondo que el cantante dejó para repartir 40% entre los niños, 40% para su madre y 20% para obras de caridad.
Entre los gastos extravagantes relacionados con el funeral de Jackson figura la factura de un restaurant de Connecticut, en la otra punta de Estados Unidos, al este, que proveerá buñuelos de ricota para la ocasión, según informó el sitio TMZ.com.
Arreglado por un estilista y maquillador como si fuera su “último show”, la urna bañada en oro y plata de Michael Jackson debía ser llevada el Gran Mausoleo del Forest Lawn Memorial Park en Glendale a las 19:00 locales (02H00 GMT del viernes 4 de septiembre) .
El Forest Lawn de Glendale, ubicado bajo las colinas que arden desde la semana pasada en Los Angeles, recibirá el cuerpo de Jackson bajo sus estrictas medidas de discreción que hicieron que otros íconos del espectáculo también eligieran este cementerio; entre ellas, Humphrey Bogart, Clark Gable, Lon Chaney, Nat King Cole, Walt Disney, Errol Flyn y Jimmy Stewart.
Marlon Jackson, uno de los integrantes de la agrupación Jackson Five, ha sido el único miembro de la familia en dar algunos detalles de este funeral que convocará el jueves en la noche a cientos de periodistas y fotógrafos a las puertas de un cementerio neoclásico de muros altos, que desplegará un amplio operativo por cielo y tierra a cargo de la policía de Glendale.
“Este será el último acto de Michael, el último show. Su cuerpo se irá pero su espíritu seguirá vivo”, dijo Marlon Jackson al diario británico The Mirror.
El hermano también reveló que en el féretro, Jackson estará con su célebre guante de lentejuelas blancas y acompañado de una carta firmada por sus tres hijos.
El sargento de la Policía de Glendale, Tom Lorenz, dijo a la prensa que creen “ que estarán en capacidad de lidiar con este evento y proveer a la familia un servicio fúnebre en paz”.