Barcelona, DPA
Alrededor de un centenar de representantes de diversos colectivos de inmigrantes iniciaron hoy en Barcelona una marcha de unos 700 kilómetros hacia Madrid para protestar en contra de la reforma de la Ley de Extranjería planteada por el gobierno español, que consideran discriminatoria.
Los manifestantes, entre ellos numerosos latinoamericanos, esperan llegar a Madrid entre el 21 y el 25 de octubre próximo, señaló la Federación de Inmigrantes de la comarca catalana de El Vallés (FAIV), que organiza la marcha.
Los participantes recorrerán unos 25 kilómetros diarios y pernoctarán en iglesias y albergues de una treintena de ciudades antes de llegar a la capital española.
En opinión de los organizadores, la reforma de la Ley de Extranjería propuesta por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero considera al inmigrante como mero instrumento de trabajo y criminaliza a los indocumentados.
“Somos parte de la sociedad, no algo ajeno”, criticó el presidente de la FAIV, Hugo Colacho.
Uno de los puntos más polémicos de la normativa, rechazada también por Amnistía Internacional (AI), es que establece aumentar de actualmente 40 a un máximo de 60 los días que un inmigrante ilegal puede permanecer detenido mientras se tramita su expulsión del país, algo que los detractores de la ley consideran inadmisible.
Por ello, las asociaciones de inmigrantes exigen el cierre de los llamados Centros de Internamiento de Extranjeros (CIR) existentes en el país, además de reclamar la regularización de los inmigrantes sin papeles, independientemente de si tienen un contrato de trabajo o no.
También critican que la futura ley, que actualmente tramita el Parlamento, dificulta la reagrupación familiar, ya que limita ésta a personas mayores de 65 años, con la condición añadida de que el familiar que lo solicita debe llevar al menos cinco años residiendo en España.
La polémica reforma, que supuso un giro en la política migratoria del gobierno socialista, fue aprobada por el Ejecutivo en junio y se espera que reciba el visto bueno del Congreso de los Diputados a finales de este año.
Sus detractores acusan al gobierno de Zapatero de querer endurecer las leyes de inmigración debido a la grave crisis económica que atraviesa España y que ya ha generado 4,1 millones de desempleados. Según los datos más recientes, España tiene actualmente unos 46,7 millones de habitantes, de los que 5,6 millones (un 12 por ciento) son inmigrantes.
Entre los extranjeros procedentes de países no pertenecientes a la Unión Europea (UE), los ciudadanos marroquíes son los más numerosos (710 000), seguidos de los ecuatorianos (414 000) y los colombianos (293 000).
Entre los inmigrantes europeos, el mayor colectivo lo forman los rumanos (797 000), seguidos por los británicos (375 000) y los alemanes (190 000).