Paúl Tapia Goya
Las sospechas de falsificación de la nueva Carta Magna no pueden quedar en el aire. Hoy escuché a un gobiernista decir que “el pueblo ya la aprobó” y que por eso no hay nada que investigar. ¿Quiere decir eso que un plebiscito puede legalizar una falsificación?
En un país donde todo se piratea, hagamos entonces un referéndum para legalizar las copias de CD, libros, programas informáticos y propiedad intelectual.
Seguro que la moción recibiría un apoyo del 90%, pues el desempleo obliga a la gente a volverse hasta cachinero para ganarse la vida. Y aunque todos aprobáramos la piratería por votación unánime, la falsificación seguiría siendo un delito.
Si tenemos una Constitución trucada es preciso saberlo para ver qué tan lejos pueden llegar los políticos en su descaro.
Debe reabrirse la denuncia de León Roldós y dejar de lado la creencia de que una democracia plebiscitaria puede ser patente de corso para la ilegalidad y el delito organizado.
Pésimos Servicios en el seguro social
Gladys Zambrano Múñoz
Los servicios del IESS continúan tan mal como en gobiernos anteriores, con la única excepción de Quito, donde se dedican mayores recursos, por ejemplo instalando una oficina especial para los créditos hipotecarios o concentrando esfuerzos en el hospital Alejandro Marín.
Está muy bien que se atienda a los afiliados de la capital, pero los directivos del IESS se han olvidado del resto del país… El servicio en los hospitales cada día es peor, no hay medicinas, y si uno reclaman no lo atienden.
Estamos cansados de escuchar al Director del IESS promesas falsas. Cada vez que da un nuevo servicio, funciona mal. Ahí está el caso del centro de llamadas para citas médicas, que tiene tantas fallas.
Respecto a las buenas inversiones del IESS, esperemos a ver cómo le cobra al Gobierno, si ya sabemos que el dinero de los jubilados no se cancela a tiempo.
CAOS JUDICIAL
Rafael A. Carpio
La Ley Orgánica de la Función Judicial tiene muy buena intención, controlar el desenvolvimiento de los juzgados del país, pero no se la puede aplicar de manera caótica. Un gran ejemplo es el artículo que suspende la vacancia judicial.
El caos que ha impuesto esta nueva Ley se siente con gran intensidad porque los jueces, asistentes y empleados judiciales, con pleno derecho, piden descanso y dejan sin reemplazo el despacho de las causas, que quedan bajo llave, pasan a la indefensión por 30 días y con ello la acumulación de demandas.
El caos que ha creado esta nueva Ley debe ser inmediatamente enmendado, porque justicia que demora no es justicia.