Por Gabriel Lerman, especial para FAMILIA, desde Los Ángeles
Cinco años atrás emocionó a millones de espectadores en todo el mundo enamorándose de Ryan Gosling en ‘The Notebook’, uno de los filmes románticos más exitosos de la última década. El hecho de que ese mismo año Rachel McAdams fuera una de las protagonistas de ‘Mean Girls’, hizo que muchos creyeran que estaba destinada al gran estrellato.
Sin embargo, esta canadiense de 30 años no siempre tuvo la misma suerte a la hora de elegir sus proyectos. Y si bien filmes como ‘Wedding Crashers’ y ‘The Family Stone’ fueron bien recibidos por la prensa y por el público, otros como ‘Married Life’, ‘The Lucky Ones’ o ‘State of Play’ (en donde compartió cartel con Ben Affleck y Russell Crowe), pasaron desapercibidos.
En su regreso al cine romántico, McAdams comparte cartel con Eric Bana en ‘The Time Traveler’s Wife’, adaptación cinematográfica de la exitosa novela de Audrey Niffenegger, en donde encarna a una mujer que se enamora de un hombre que sufre de una extraña enfermedad que le lleva a emprender viajes en el tiempo.
Clara señal de que la estrella está creciendo, es que pronto la veremos en la ambiciosa ‘Sherlock Holmes’ junto a Robert Downey Jr., para luego compartir pantalla con Harrison Ford en ‘Morning Glory’.
¿Qué fue lo que te atrajo de ‘The Time Traveler’s Wife’?
Creo que lo que más me gustó fue que definitivamente hay una elección por parte de estos dos personajes, y es la de estar juntos tanto tiempo como les sea posible. Creo que podrían haber decidido no encontrarse, y cuando Clare dice que no tiene alternativa es porque se siente muy frustrada.
Ella sabe que ama a ese hombre, es química, alquimia, y que a pesar de todos los problemas que pueda tener él, ella sabe que de alguna manera podrá solucionarlos. Ella no aceptaría que fuese de otra forma, sabe que podría estar con otro hombre que no tuviese la enfermedad de Henry pero que no tiene opción, está perdidamente enamorada de él.
¿Leíste el libro de Audrey Niffenegger en el que está basado el filme?
Sí. Plan B compró los derechos cinematográficos de la novela antes de que se publicara y en una de las primeras reuniones que tuvimos sobre este proyecto me lo recomendaron mucho… Lo leí y me enamoré perdidamente de él. A partir de ese momento rogué con todas mis fuerzas que hicieran la película. Fueron semanas de rogar y de no perder las esperanzas…
¿Qué te fascinó tanto cuando lo leíste?
Me encanta la manera en que se cuenta la historia. Cómo va cambiando una y otra vez entre los puntos de vista de ambos personajes.
Eso realmente le da equilibro a la relación. También me encantó que Henry conociera a Clare a tan corta edad, cosa que podría haber sido muy peligrosa al mismo tiempo.
Tenía que tener mucho cuidado con qué le decía y cómo la influenciaba, eso me pareció un elemento novedoso en una historia de amor. Luego cuando aparece Clare en la vida de Henry y no tiene idea de quién es, también me pareció algo que no había visto antes y me pareció muy emocionante.
Con tantas ganas de que te dieran este papel, ¿estuviste más nerviosa de lo habitual a la hora de la audición?
Un poco. Siempre existe la posibilidad de no conseguir el papel y decepcionarte, pero creo que todo sucede por algún motivo y siempre me sucede que veo una película donde no me dieron el papel y me doy cuenta que ese personaje no era para mí, o que nadie podría haberlo hecho mejor que la actriz que finalmente lo hizo.
¿Crees que el destino ya está escrito para cada uno de nosotros?
No totalmente. Yo creo que hay una parte de nuestra vida sobre la que no tenemos control, en donde se van presentando casualidades que nos indican el camino que tenemos que tomar. Pero también creo que uno va tomando decisiones que a su vez modifican ese camino. En mi opinión es una combinación muy interesante entre las dos cosas.
El viaje en el tiempo convierte a ‘The Time Traveler’s Wife’ en una historia fantástica. ¿Qué te parece que le suma este elemento?
Es justamente una de las facetas más atractivas de la película, que generó un desafío adicional tanto para Eric como para mí. Cada vez que Henry viaja en el tiempo se produce una separación.
De alguna manera él se cae del mapa y aparece del otro lado, lo cual implica separarse de sus seres queridos. En ese sentido, pienso que cualquier espectador se puede identificar tanto con lo que pasa a Henry como con lo que le pasa a Clare.
¿Cómo fue rodar esa escena en la que apareces siendo una adolescente?
Fue maravilloso volver a tener 16 años. Fue realmente muy divertido, pasamos mucho tiempo hablando sobre cómo llevaría el cabello, y sobre el vestuario y el maquillaje. Trabajé con gente muy talentosa, con un simple retoque de pincel transformaban mi rostro completamente; lo mismo con la Clare anciana.
Es decir, un día me miré al espejo y no había pensado en que ese día filmábamos con la Clare anciana, y dije en voz alta: ‘me veo un poco demacrada…’. Enseguida me contestaron: ‘no, es maquillaje, saldrá cuando te lo quites a la noche’.
¿Hay algún momento de tu vida al que te gustaría regresar?
Sí. Esta película me hizo pensar precisamente en eso, me hizo jugar con la idea de viajar en el tiempo y poder ver a los seres queridos en otra época. A mí me encantaría poder ver, por ejemplo, a mis padres cuando se enamoraron o poder verlos de niños, sería muy divertido.
Esta película se rodó en Toronto, donde vives. ¿Esto hizo que fuera una experiencia especial?
Por supuesto. Fue muy lindo no tener que viajar. Poder volver del rodaje y estar en tu casa y en tu cama es un beneficio extra. Sin embargo, al mismo tiempo es complicado, porque además del trabajo tienes tu vida normal, llegas de filmar y tienes que ordenar la casa, hacer las compras, y todo lo demás.
En cambio cuando viajas solo tienes que ocuparte del trabajo y, en ese sentido, todo es mucho mas relajado.
¿Cuándo descubriste que tenían buena química con Eric? ¿Es algo de lo que puedes darte cuenta en el rodaje?
No siempre, y todo depende de la historia que estés contando. La química es algo que se va desarrollando. No es que de pronto te sientas frente a un hombre a la hora del almuerzo y le dices sin presentarte que estás locamente enamorada. Es algo que tiene que suceder poco a poco, las cosas se tienen que ir dando. Y el guión tiene que ayudarte a desarrollar esa química…
¿Dirías que tu nueva película, ‘Sherlock Holmes’, es la superproducción más grande en la que has trabajado y cómo fue trabajar en un set tan ambicioso?
Sin duda ha sido la más grande. Fue muy divertido, porque todo está construido de una manera muy realista. Filmamos en las verdaderas mazmorras de Londres y además, me tocó usar un vestuario precioso.