Sixto Morán Pinto
El faltante de agua que viene experimentándose en el mundo por su aminoramiento como efecto del calentamiento global, por el deterioro de su calidad, por la devastación de los bosques y por la explosión demográfica que está agotando su existencia, ha obligado a la mayoría de los países a adoptar una rígida política de recursos hidráulicos fundamentada, entre varios postulados, en una cuidadosa administración, un cicatero reparto, un reordenamiento de usos y en un plan nacional de aprovechamientos.
La administración de este vital e insustituible recurso debe ser hecha sobre principios técnicos que partan de una cuantificación de él, de una evaluación de necesidades y un plan de aprovechamientos dentro de la respectiva cuenca, con el que constará, luego del balance hídrico correspondiente, el necesario para poblaciones, para riego, hidroelectrificación, industrias, recreación, piscicultura y navegación. El faltante presente y futuro, sobre la base de hidrogramas y cartas topográficas obligará a construir embalses y a hacer estudios hidrogeológicos en busca de aguas subterráneas.
Al presente, en muchos sectores de nuestro país hay un verdadero desconcierto en su aprovechamiento porque sus demandas son como 10 y su existencia como uno. Precisa dejar su solución en manos de técnicos y excluir toda influencia política.
UN TREN INEXISTENTE
Fernando Viteri Molina
Resulta irónico observar que en una de las cuñas publicitarias del Gobierno se utilice la imagen de un moderno tren –que no existe tal en nuestro país- para ilustrar el supuesto ‘avance’ nacional, fruto del rumbo por el cual nos está guiando la curiosamente denominada Revolución Ciudadana.
Sin embargo, y a pesar de que el Gobierno expresara públicamente que la principal herramienta que reconocerá para medir el real estado económico-social del país, sería el Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado anualmente por las Naciones Unidas (ONU) para todos los países del mundo, hoy nos encontramos ante otra desilusión más: el país ha descendido ocho puestos en el ranking de este índice, por debajo de naciones vecinas como Colombia y Perú, utilizando datos generados en 2007.
Y esto a pesar del inusualmente elevado precio del crudo que se ha tenido durante los años de la presente “revolución”.
El estupendo tren que surca los campos en raudo avance, no grafica la real situación de nuestro pueblo. La que sí lo hace, es la vetusta reliquia que el gran Alfaro inaugurara a inicios del siglo XX, y que hoy en día, lastimosamente rancia y obsoleta, pone en peligro las vidas de las personas que la utilizan.
Tras observar los productos de la formidable maquinaria publicitaria del Gobierno revolucionario, me quedan dos decepciones: tanto el progreso del país como el ultramoderno tren de la cuña, son puramente imaginarios.
SER O NO SER
Jaime Vernaza Trujillo
Según un reglamento para designar ciertas autoridades, ser e distinta condición sexual otorga hasta dos puntos adicionales en su calificación, justificando promover la igualdad de derechos.
El artículo 20 dice que los participantes serán evaluados sobre 100 puntos. El 50% por ‘meritos’ y el otro 50% por conocimientos. No creo equivocarme al suponer que los ‘conocimientos’ sean sobre las leyes, lo que hace que la homosexualidad corresponde a ‘méritos’.
Una cosa es la tolerancia y el respeto al ser humano cualquiera sea su orientación sexual y otra cosa es que la mayoría que no somos homosexuales tengamos menos derechos que los homosexuales.
Que un colega straight con igual puntuación que un colega gay pierda el concurso por no ser homosexual es repudiable hasta para cualquier colega gay que tenga sentido de justicia. No pueden ni ser marginados por serlo ni marginar a otros por no serlo.
Pero, ¿a quién reclamamos por esta apología de la inmoralidad e injusticia si los ameritados miembros del actual Gobierno llevan agua para su molino y controlan todos los estamentos burocráticos con el apoyo cómplice de las Fuerzas Armadas que no cumplen con la obligación que les impone el 158 de la prostitución que nos ruge?