Normalmente no existe la cultura del chequeo y la prevención. Es recomendable que la primera consulta con el ginecólogo o la ginecóloga se realice alrededor de los 12 años. Es importante que sea a esa edad porque es la adecuada para valorar los estadios de Tanner, que son manifestaciones clínicas como el crecimiento del vello púbico y axilar y de las glándulas mamarias.
Tenga en cuenta
A edades tempranas no hay exámenes de papanicolaou ni mamografías. El papanicolaou se realiza cuando la niña o señorita ha iniciado su vida sexual o antes, si hay síntomas de ello.
La mamografía está prohibida antes de los 35 años y si hubiera un nódulo o dolor mamario se recurre al eco. También se debe empezar el tratamiento de vacunación para impedir la proliferación del HPV, responsable del cáncer del cuello del útero en un 99%. Esto es importante porque se puede determinar a tiempo si hay precocidad, es decir si los cambios se están dando antes de los tiempos establecidos o hay retraso en ellos. La mayoría de veces ocurre de manera normal, pero siempre es necesario un monitoreo.
En la primera cita se hace una revisión del peso y de la talla. También un eco pélvico acompañado de la explicación de los cambios que van a ocurrir en el cuerpo de la niña.
El médico no se dirige solo a una área determinada. También debe realizar una evaluación del peso, para determinar si hay desnutrición u obesidad. También es necesario analizar la talla de la niña en relación con las medidas establecidas para cada etapa.
Hay muchos signos de alarma que deben tener en cuenta los padres de familia. Por ejemplo, es necesario buscar la ayuda de un especialista si el sangrado inicial ocurre antes de los 9 años de edad o cuando, pese a cumplir 15 ó 16 años, no ha ocurrido el primer período menstrual. Las madres deben tener en cuenta que por más confianza que tengan con sus hijas no pueden advertirles a tiempo sobre ciertas situaciones, por eso es necesario el especialista.
Sonia Zurita, ginecóloga.
290 0376 / 290 0379.