Copenhague. REUTERS, AFP y AP
A un día de finalizar la cita mundial, una sensación de incertidumbre reinaba en Copenhague. Hasta ayer no se avizoraba ningún acuerdo que obligue a los países a reducir las emisiones de los gases contaminantes y a atenuar los efectos del cambio climático.
Esta constituye una de las principales exigencias de los países pobres y en desarrollo en la Cumbre Mundial de Cambio Climático que finaliza esta noche en la capital de Dinamarca.
Sin embargo, un reporte del enviado especial de Diario español El País revela el panorama desalentador que hay en Centro Bella. Los negociadores -que se cuentan por miles- siguen discutiendo el procedimiento, las formas y los tecnicismos. Además, los días han transcurrido en medio de discursos de ministros y más personajes, a los que desde el miércoles se sumaron los presidentes y jefes de Estado. Incluso algunos con acusaciones contra otros de entorpecer las negociaciones.
La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, acusó a los países emergentes de “dar marcha atrás” sobre la transparencia de sus compromisos para luchar contra el cambio climático. Lo dijo en alusión a que China se negó a ser auditado sobre el nivel de emisiones de gases.
En cambio, la Unión Europea se niega a que a una prórroga del Protocolo de Kioto y apuesta por un nuevo tratado. Esa propuesta se respalda en la oferta de bajar en 20% las emisiones con relación a los niveles de 1990.
EE.UU. se compromete a reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 17% de aquí a 2020, pero con respecto a los índices de 2005.
Pero los países en desarrollo insisten en defender a ese acuerdo y exigen un segundo período de compromisos sobre reducciones.
Estas posiciones antagónicas puso en riesgo el objetivo de esta cita: alcanzar acuerdos legales sobre la reducción de emisiones. Este es uno de los tres temas centrales que mueve a la cita climática.
Ni la presencia hasta ayer de 119 mandatarios y jefes de Estado permitió un avance significativo hacia un acuerdo mundial. Los últimos intentos se hacían anoche durante una cena por la reina Margarita y a la que fueron invitados 118 jefes de Estado y de Gobierno que llegaron para la Cumbre. Los únicos ausentes fueron el presidente estadounidense, Barack Obama, quien aún estaba camino a la sede y el iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien no fue incluido en la lista de invitados.
La única esperanza es que con la llegada de Obama se logre al menos un acuerdo político.
No obstante, pese al riesgo de que Copenhague no logre aquello, ayer las millonarias ofertas de apoyo económico hacia los países emergentes se convirtió en un aliciente. Esto alentó la consecución del segundo objetivo: determinar cuánto y quién se responsabilizará del financiamiento de los planes de adaptación y mitigación del cambio climático.
EE.UU., por ejemplo, ofreció USD 100 000 millones anuales a partir de 2010 y hasta 2020.
Se sumaron ofrecimientos como los de Australia, Francia, Gran Bretaña, Japón y Noruega por un total de USD 3 500 millones, a entregarse en tres años.
Estos recursos serán destinados a frenar la deforestación, considerada como la fuente del 20% de las emisiones de gases tóxicos.
Entre tanto, a dos días de finalizar la cita mundial más importante sobre cambio climático la sede estuvo sumida en un verdadero caos. El sitio del encuentro desbordó toda capacidad, ya que se desbordó la cifra de los cerca de 20 000 asistentes iniciales.
Al final llegaron alrededor de 46 000 personas. Eso hizo que -según el informe de El País- la cumbre emitiera 40 500 toneladas métricas de CO2, cantidad que es emitida por unos 4 500 europeos en un año.
Como medida extrema se restringió el acceso a Centro Bella de los activistas. Para ellos se habilitó otro centro para que participen mediante videoconferencias.
Agenda de Ecuador
La KFW de Alemania y Ecuador firmaron un convenio de cooperación por cinco años. Será por 20,5 millones de euros y servirán para financiar los proyectos del Programa Nacional de Áreas Protegidas. Esta firma se realizó el miércoles.
El convenio fue firmado en Copenhague por la ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, y Jochen Harnish, vicepresidente coordinador de Climate Policy de KFW.
Dos legisladores republicanos recordaron ayer que cualquier compromiso de E E.UU. en el combate al cambio climático debe ser ratificado por el Senado.
La advertencia de los senadores se realizó en respuesta al anuncio de una contribución de USD 100 000 millones por año de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que se efectuó ayer en Copenhague.
Los principales líderes del Planeta presentes en la Cumbre de Copenhague
“Hay que cambiar de rumbo en esta conferencia porque avanzamos hacia el desastre”.
Nicolás Sarkozy
Presidente de Francia
“Mucha gente en el mundo estará expectante para ver si conseguimos llegar a una solución en Copenhague”.
Ángela Merkel
Canciller de Alemania
“Tiene que haber un acuerdo aquí y ahora. Si fracasamos ahora, todos perderemos”.
José Luis Rodríguez Zapatero
Jefe de Gobierno español
“Hay buena voluntad, hay grandes barreras, pero no son insalvables las diferencias en Copenhague”.
Gordon Brown
Primer Ministro Británico
“No se pueden poner los intereses particulares de una nación por delante de los intereses globales”.
Luiz Inacio Lula da Silva
Presidente de Brasil
“La falta de transparencia en los países emergentes socava el esfuerzo impulsamos aquí”.
Hillary Clinton
Secretaria de Estado EE.UU.
“Llamo a que esta generación se constituya en la que pudo cambiar el curso fatal de la alteración climática”.
Felipe Calderón
Presidente de México
“Lo que aquí (en la Cumbre de Copenhague) más se debe debatir es devolver a la Madre Tierra sus derechos”.
Evo Morales
Presidente de Bolivia