Se trato de Marco (izquierda) y Adrián Barrera, tío y padre del Burgomaestre, respectivamente.
La presencia de los dos aficionados generó expectativa en el mundo del toro, pues Augusto Barrera no asistió a las corridas de la Feria 2009, algo que no había ocurrido en administraciones anteriores.
Al ser consultada sobre el tema, la concejala María Sol Corral dijo que la ausencia del Alcalde no se debió a que él sea antitaurino, sino que se trató de una decisión política y la Comisión Taurina asumió la representación del Municipio en la plaza.
Los dos aficionados Barrera demostraron que se sentían a gusto en el tendido y aplaudieron la labor de los matadores.
El padre y el tío del Alcalde disfrutaron de la corrida y del indulto del último toro de la feria, tras la actuación fenomenal de El Juli. También apoyaron la labor del torero de la tierra, Guillermo Albán.